Por fin ha llegado el día que llevas soñando desde hace meses. ¿Un bikini de infarto? Listo. ¿Una pedicura perfecta? Listo. ¿Esa novela romántica y subida de tono que tu club de lectura te está recomendando todo el rato? Aunque te dé vergüenza admitirlo, también listo. Solo te queda una cosa por hacer: leer estos consejos profesionales para asegurarte de que tu piel absorba todo lo bueno del sol y nada de lo malo.
La ciencia que se esconde detrás de la adoración del sol
En primer lugar, es importante recordar que aunque nos estén recordando continuamente los peligros del sol, la exposición solar moderada es de hecho beneficiosa para las personas. Según un estudio realizado en el 2014 por la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y el Hospital General de Massachusetts, disfrutar al aire libre de un día de sol favorece la liberación de beta-endorfinas, unas hormonas que se encargan de hacernos sentir bien y que provocan una rápida sensación de felicidad similar a la que se tiene tras hacer deporte. También estimula la producción de vitamina D, que favorece la salud ósea y estimula el sistema inmunitario.
También puede ayudar a dormir mejor. En el 2013, los investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder realizaron un descubrimiento crucial con respecto a la relación entre la luz natural y nuestro reloj biológico interno. Si nos exponemos regularmente a la luz del sol, nuestros cuerpos ajustan su reloj interno para que se corresponda con el ciclo de luz natural, es decir que cuando está oscuro, nuestro cerebro recibe señales de que es la hora de irse a dormir.
Pero ahora las noticias malas...
Como todo el mundo sabe, pasar muchas horas al sol sin tomar las precauciones necesarias es extremamente peligroso. El bronceado no solo te da un aspecto sano, sino que realmente es una señal de daño solar. Según la prestigiosa dermatóloga Melinda Longaker, una de cada cinco personas desarrolla algún tipo de cáncer de piel a lo largo de su vida. Mientras que la mayoría de estos cánceres no entrañan graves peligros, el melanoma, que sí puede ser mortal, es el segundo cáncer más común en mujeres jóvenes de entre 15 y 20 años de edad.
Además, la exposición solar prolongada y sin protección causa envejecimiento prematuro y cambios desagradables en la pigmentación, como manchas solares, y ¿a quién le gusta que eso ocurra? Por eso, debes cuidar tu piel y ella cuidará a su vez de ti. Cuando se trata de permanecer sanos y felices bajo el sol, todo gira en torno al karma.
Protección solar: ficción y realidad
La protección solar es sin duda alguna el mejor modo de proteger tu piel. Deja que te ofrezcamos algunos hechos científicos al respecto.
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No todos los productos de protección solar son iguales.
Al elegir un protector solar, debes buscar uno que contenga filtros contra los rayos UVA y contra los UVB. Según un blog de la Facultad de Medicina de Harvard, los rayos UVB son la principal causa de las quemaduras solares, mientras que los UVA provocan envejecimiento prematuro y arrugas. Ambos contribuyen al cáncer de piel, por lo que es importante que utilices un producto de amplio espectro que te proteja contra ambos tipos de rayos.
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Usa protector solar incluso en días nublados.
A partir de esta fecha del año, la posición del Sol en relación a la Tierra significa que estos rayos nocivos te alcanzan incluso en los días nublados. No importa si no hace sol y la mayoría de tu cuerpo está cubierto, aún entonces deberías utilizar una crema solar con SPF. No hay excusa que valga, ni siquiera el miedo a que el uso de SPF debajo del maquillaje provoque manchas: te garantizamos que no es así. Siempre y cuando lo apliques sobre una piel limpia, tus poros permanecerán limpios, así que lávate bien la cara antes.
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SPF 50 o SPF 30
Desde una perspectiva lógica, cuanto más alto sea el SPF, mayor será la protección, ¿no? La verdad es que no. De hecho, hay poca diferencia entre el SPF 50 y el SPF 30: el SPF 30 te protege del 97 % de los rayos del sol mientras que 50 te protege solo un 1 % más. De hecho, los dermatólogos afirman que usar productos con SPF 50 podría darnos una falsa sensación de seguridad, por la que no nos aplicaríamos la protección solar en cantidades ni veces suficientes. Si te preocupa que los factores más altos dejen manchas blancas en la piel, olvídate de eso. Nuestros protectores con SPF no dejan manchas y se absorben rápido, ideales para pieles de cualquier tipo y color.
Cómo aplicar el protector solar correctamente
Ahora que hablamos sobre la aplicación, cómo te pones el protector solar es casi tan importante como el tipo de producto que utilizas. Según la dermatóloga Jeannette Graf, no debes esperar a salir fuera para aplicarte el protector ya que este tarda unos 20 minutos en ser absorbido por la piel.
También aconseja utilizar una buena cantidad de protector solar por aplicación (alrededor de la cantidad de un vaso de chupito) para cubrirte totalmente. De lo contrario, el SPF real será alrededor de la mitad de lo que aparece en la etiqueta del producto.
Y por último: debes volver a aplicar el producto varias veces a lo largo del día. Una capa al inicio de un día de playa realmente no basta, debido a factores como el sudor, el calor extremo y el contacto con el agua, que provocan que se diluya. La Academia estadounidense de Dermatología recomienda aplicar una capa nueva cada 2 horas para asegurarse de que el efecto sea máximo e incluso más si te bañas o sudas mucho.
Otros modos de proteger tu piel
Si buscas una excusa para comer chocolate, ya la has encontrado: unos trocitos de chocolate puro con un 85 % de cacao contienen flavonoides, que te ayudan a proteger la piel contra los daños potenciales de los rayos ultravioleta. Aunque quizás no sean tan ricos como el chocolate, los alimentos con un alto contenido de omega 3, como los huevos, el salmón silvestre y la linaza, ayudan a neutralizar los efectos nocivos del sol. También es una buena idea comer tomates como tentempié, ya que su alto contenido de licopeno es un buen fotoprotector.
Tampoco debes olvidarte de la cabeza. Llevar sombreros o pañuelos siempre es una buena idea. Un buen protector térmico capilar te ayuda a proteger el cuero cabelludo contra las quemaduras solares, así como a prevenir la decoloración.
La ropa con protección solar es una tendencia cada vez más popular. Si no tienes intención de lucir abdominales en la piscina, llevar una camiseta con protección solar impedirá el paso de los rayos nocivos.
¿Y si, pese a todas las precauciones, te quemas? Nuestra guía de primeros auxilios para quemaduras ayudará a calmar y proteger la piel.