Cómo cambiar la rutina de cuidado de la piel de otoño a invierno

¿Cómo notas el cambio de estación del otoño al invierno? ¿Por las luces de Navidad que empiezan a aparecer por la ciudad? ¿Por la aparición de cálidos purés en el menú de tus restaurantes favoritos? ¿O por los signos más alarmantes, como la piel agrietada cada vez que te lavas las manos o los granitos que no le habías pedido a Papá Noel?

 

El otoño llega sin demasiados sobresaltos después de los últimos días de verano, y los tardíos rayos de sol le ofrecen un extra de vitamina D a la piel. Pero la llegada del invierno puede ser más traumática. Igual que cambias el armario para hacer frente al frío, no te olvides de modificar tu rutina de cuidado de la piel y pasar del otoño al invierno para tener una piel tan suave como tu jersey de cachemir favorito. Te explicamos cómo…

 

Hazte con un humidificador

Además de planear todas esas tardes de copas navideñas, piensa también en tu piel y evita que se deshidrate. Poner un humidificador en tu dormitorio te ofrece un primer paso perfecto: repone la humedad que se lleva la calefacción, para que la piel esté más hidratada cuando te despiertes. Este modelo es muy silencioso, se puede usar con aceites esenciales e incluso es compatible con Alexa.

 

Exfolia pero con cabeza

“Los principios de la rutina de limpieza no deben cambiar demasiado porque pasas más tiempo en casa a causa del mal tiempo”, afirma el Dr. Ross Perry, experto en cuidado de la piel y director médico de Cosmedics skin clinics. “De hecho, la piel puede estar más congestionada durante el invierno. A causa de la calefacción y el mal tiempo, las irritaciones de la piel suelen aparecer con más fuerza durante los meses fríos”. Si le añadimos las fórmulas más pesadas, una aplicación más frecuente e incluso la crema solar de las vacaciones de esquí, está claro que en invierno no podemos saltarnos la exfoliación. Pero, si el viento frío te han dejado la piel agrietada y seca, usa una toalla o un guante para tratar la piel en pequeños círculos, varias veces por semana. Cuando la piel vuelva a estar sana, puedes retomar tu exfoliante corporal habitual para el rostro.

 

Las capas son tus amigas

Igual que el secreto para vestirse bien en invierno está en combinar varias capas, lo mismo pasa con el cuidado de la piel. El sérum sigue siendo fundamental, pero, si notas la piel especialmente sensible, evita los ingredientes activos como el retinol o los AHA. En vez de ellos, usa alternativas menos irritantes, como los péptidos, el bakuchiol o los PHA.

 

“Un sérum con vitamina C también es una opción excelente durante el invierno”, dice el Dr. Ross.

 

Luego, aplica una buena hidratante. Cuando caen las temperaturas, deja a un lado las lociones y geles más ligeros y usa cremas más densas (pero no demasiado, como comentaremos más adelante). Asegúrate de que la glicerina esté en la lista de ingredientes, ya que atrae el agua a la piel, dejándola hidratada y calmada, especialmente si has estado expuesto al sol y al viento helado en las pistas de esquí.

 

Presta atención a lo que hay debajo

Solo porque estén más tapados durante estos meses, no te olvides de los brazos y las piernas. Muchos tenemos la piel seca en esas zonas incluso en las épocas más “fáciles”, así que el efecto deshidratante de la calefacción hace estragos durante los meses de frío. Además, se tardan mucho en recuperar.  ¿Quieres estar preparado para disfrutar del sol en cuanto llegue la primavera? Cuida bien las piernas durante el invierno.

 

Primero, exfólialas cada pocas semanas antes de ducharte, para que la crema corporal penetre bien y opta por exfoliantes con ingredientes hidratantes, como el aceite de almendra dulce de The Ritual of Namaste Natural Body Scrub. Para darte un extra de cuidados, aplica una crema hidratante para los pies y envuélvelos en plástico durante 20 minutos. El calor generado ayudará a absorber la crema y, junto con el aroma relajante de la lavanda de The Ritual of Jing Foot Balm, te costará no quedarte dormido.

 

El círculo vicioso de la bufanda, los granos y el sueño

Los granitos que aparecen en invierno son una señal de la falta de equilibrio. Un producto hidratante demasiado denso taponará los poros, mientras que la piel deshidratada, la calefacción y el mal tiempo pueden cargar de trabajo a las glándulas sebáceas. Mantén la hidratación aplicando productos por capas, en vez de usar una crema demasiado densa y elige productos con activos hidratantes como el ácido hialurónico para lograr un nivel constante de hidratación. ¿Los granitos te salen principalmente en la barbilla y la mandíbula? Las prendas de cuello alto o las bufandas pueden proteger el rostro de los elementos, pero también retienen la grasa y las bacterias contra la piel. Además de lavar las prendas de punto con frecuencia, no te olvides de la funda de tu almohada, dice la Dra. Deborah Lee, de Dr Fox Pharmacy “Si tienes acné, recuerda que las células muertas de la piel, el sebo, la suciedad y el sudor se combinan en la funda de la almohada para crear un ambiente hostil para la piel”, advierte. “Una funda de almohada tiene dos lados y puedes darle la vuelta para tener una superficie limpia cada cuatro días. Además, puedes optar por una funda de la almohada de seda. La seda es muy suave, evita la fricción y también ayuda a mantener la piel más hidratada durante la noche, muy beneficioso durante los meses de invierno”.