El frío, el viento y los días grises pueden afectar negativamente al estado de ánimo y a la piel, y los hombres no son ninguna excepción. Algunos prefieren una rutina sencilla y rápida, pero en estos meses hay que esforzarse un poquito más para evitar la sequedad y el agrietamiento. Presentamos cuatro consejos para este invierno (o para cualquier otra estación).
Básicos para el baño
¿A quién no le gusta una ducha caliente? Sin embargo, es la principal razón por la que se nos seca la piel. ¿El motivo? El agua caliente elimina la grasa natural de la piel. Para proteger tu piel en invierno, asegúrate de que el agua esté tibia.
El gel de ducha también afecta a la grasa natural y los aceites esenciales del cuerpo. Chicos, hay que tomárselo en serio. No sigáis usándolo como producto facial. Los diferentes artículos para el cuerpo y el cuidado de la piel no son ninguna estrategia de marketing; tienen su funcionalidad, ¡te lo prometemos! No olvides tener siempre a mano una buena loción o bálsamo para después de la ducha.
¡Fuera impurezas!
Imaginamos que te lavas la cara de forma habitual, pero en invierno es necesario contar con un limpiador que no elimine la hidratación de la piel. Elige fórmulas sin alcohol ni jabón ricas en antioxidantes e ingredientes beneficiosos para el cutis como la vitamina E.
Acuérdate de lavarte la cara dos veces al día: por la mañana para terminar de despertarte, y luego para eliminar la grasa y los contaminantes de la piel y no transmitirlos a la almohada y viceversa.
Protege tu rasgo más valioso
Nunca es tarde para empezar a usar una crema hidratante, si es que aún no tienes una buena colección en tu baño. Aplícala después de la limpieza facial (recuerda: dos veces al día) para tener un cutis suave, y no te olvides de las ojeras. Opta por cremas hidratantes enriquecidas con emolientes que refuercen la barrera natural de la piel. El mismo consejo se aplica para los labios, que son más propensos a la sequedad cuando bajan las temperaturas. Consulta nuestros consejos para el cuidado de los labios en invierno.
Con delicadeza
Es importante no pasarse con la exfoliación. Decántate por un producto suave, evita los productos de aseo que parecen papel de lija y producen sequedad. Recomendamos exfoliar una o dos veces a la semana para eliminar las células muertas y demás impurezas de la piel, impulsar el crecimiento de nuevas células y evitar la aparición de vello encarnado.
En esta época del año, el pelo de la barba necesita mayor hidratación y cuidados ya que suele estar más seco y frágil. En cambio, si llevas el rostro afeitado, la piel requiere mayor protección frente a la fricción de la cuchilla. En cualquier caso, es preciso invertir en un buen aceite para barba cuando llegan los meses de frío. Tu cutis te lo agradecerá.
