Te ayudamos a crear la rutina de cuidados perfecta para tu piel y a aprender a combinar productos.
El secreto de una piel feliz y sana es crear una rutina de cuidado de la piel sencilla, eficiente y que se pueda adaptar con facilidad. Nuestro tipo de piel está determinado por los genes, pero existen distintos factores que también pueden repercutir sobre ella, como el estrés, el estilo de vida y las hormonas. “Hay cuatro tipos de piel básicos: normal, seca, grasa y mixta”, afirma Ksenia Selivanova, cofundadora de Lion/ne, una asesoría experta en cuidados de la piel. “Luego existen tipos secundarios: sensible, deshidratada, envejecida, con acné, rosácea y dañada por el sol”.
No necesitas una rutina de 12 pasos de inspiración coreana para tener una piel estupenda, pero sí que es necesario adaptarla al comportamiento de tu piel. Reflexiona durante unos momentos sobre cuál es tu tipo principal de piel y cuáles serían los problemas secundarios. Esa información te resultará muy útil para encontrar los productos que necesitas. Y no olvides que “tu rutina matutina se debe centrar en la protección, mientras que la nocturna debe tener el objetivo de hidratar y estimular la piel”, afirma Megan Felton, cofundadora de Lion/ne.
Tu rutina diaria para la piel:
Una rutina esencial variará ligeramente dependiendo del tipo de piel y tus preocupaciones, pero básicamente debe constar de tres pasos: limpieza por la mañana y por la noche, un producto de tratamiento, como un tónico o sérum que se puede utilizar por la mañana o por la noche o ambas, y una crema hidratante. La rutinas de cuidado de la piel más avanzadas requieren un poco más de tiempo y aportan con un poco más de cuidado (específico).
- Limpiador
- Tónico/Esencia/Potenciador
- Potenciador
- Sérum específico
- Crema para el contorno de ojos
- Crema de día
- Protector solar
Por la noche, aplica una crema/aceite de noche en lugar de los pasos 6 (crema de día) y 7 (protector solar).
Rutinas según el tipo de piel y en orden
Hazlo en el orden correcto: “Una buena manera de recordar cómo aplicar los productos por capas es empezar con los más ligeros y acuosos primero, como el tónico y la esencia, y después aplicar los oleosos y más grasos. Por las mañanas siempre tienes que acabar con la crema SPF”, afirma Felton. “Dicho esto, los productos más activos necesitan aplicarse antes del aceite o la crema hidratante, incluso si son más grasos. De este modo, la piel absorberá primero los ingredientes más activos”.
Para cada categoría, asegúrate de que eliges el producto más adecuado para tu tipo de piel. Vamos a ver el orden en el que debemos aplicarlos:
Cuando se trata de limpiar los tipos de piel más secos necesitan limpiadores hidratantes de leche u oleosos. Las pieles mixtas o grasas pueden usar limpiadores oleosos porque eliminan bien el sebo, pero es mejor realizar una limpieza doble por las noches para que los poros no se taponen. El agua micelar es apta para todo tipo de pieles.
Los tónicos se utilizan después de la limpieza y están diseñados para eliminar las impurezas rebeldes, aportar nutrientes adicionales, equilibrar el cutis y ayudar a que los siguientes productos se absorban mejor. Los tónicos sin alcohol son una buena opción para todos los tipos de piel. Calman e hidratan la piel además de eliminar el exceso de grasa de las pieles grasas/mixtas.
Los potenciadores, hacen precisamente eso: potenciar. Contienen una mezcla específica de ingredientes, con un ingrediente activo en una concentración más alta de lo normal que productos como hidratantes o sérums, para satisfacer las necesidades específicas de tu piel. Ayudan a rehidratar, rellenar y revitalizar a un nivel más profundo. Como los tónicos y potenciadores son más ligeros que los sérums, estos deben aplicarse primero. No necesitas usarlos todo el tiempo, pero sí que puedes añadirlos a tu rutina cuando tu piel necesite una ayuda extra.
Los sérums normalmente están repletos de ingredientes activos y potentes antioxidantes y gracias a su ligera textura se absorben en profundidad y pueden llegar hasta el lugar donde resultan más eficientes. Por lo general, se aplican antes de los hidratantes para ayudar a retener la humedad y son aptos para casi todos los tipos de piel.
Tanto si tu crema de contorno de ojos tiene una textura de sérum o más pesada, es mejor aplicarla con el dedo anular antes del aceite/crema hidratante. Debido a que la piel del contorno de los ojos es más sensible, requiere cuidados especializados, como una concentración más tolerable de ingredientes activos. Si lo que te preocupa de esta zona son las líneas de expresión, la hinchazón, la hiperpigmentación o las ojeras, hay muchas cremas especializadas para ayudarte.
Tanto los aceites como las cremas de día/noche hidratan la piel y retienen los ingredientes activos, por lo que depende de tus preferencias elegir uno u otro. Si tienes una piel especialmente seca, puedes usar ambos, mientras que las pieles grasas y con tendencia a las imperfecciones deberían evitar los aceites. Una crema hidratante acuosa no puede traspasar la grasa, así que mejor aplicar el aceite en las zonas secas después de aplicar la crema (si usas una). Si usas solo aceite, mima tu piel con un masaje para que penetre mejor.
Las mascarillas y exfoliantes es mejor incluirlos un par de veces a la semana en tu rutina. Si exfolias la piel antes, potenciarás los efectos de la mascarilla facial.
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