No hay ningún motivo para sentirse culpable por no hacer nada. De hecho, algunos estudios indican que vaciar tu calendario y tu mente durante un tiempo te ayuda a mejorar tu productividad y puede reducir la ansiedad. Te ofrecemos 5 razones para dejar lo que estás haciendo ahora mismo, replantearte el sentido del tiempo y la productividad y, durante un rato, solamente ser.
1. El tiempo libre aumenta tu capacidad para aprender
Un estudio realizado en la Universidad de Birmingham ha demostrado que el cerebro es capaz de aprender incluso cuando cree que está descansando. Los participantes recibieron un joystick defectuoso, y durante su “tiempo libre”, su cerebro seguía ocupado realizando conexiones neurológicas para resolver el problema, lo que más tarde les ayudó cuando se reanudó el experimento. Estaban aprendiendo sin darse cuenta de que lo estaban haciendo.
2. Hacer nada nos hace felices
Al final, se trata de darse tiempo libre. Un momento del día para reflexionar, simplemente ser y ofrecer al cerebro la oportunidad de desconectar durante un rato. Es fundamental para eliminar estrés y mejorar el bienestar mental. No analices cada cosa que se te pasa por la cabeza, deja que ocurra y celebra este momento de no hacer nada.
3. No hay nada como “no hacer nada”
En el mundo de hoy en día, es fácil sentirse culpable por dedicarte un momento a ti mismo. Cuando no estás ocupado, puedes sentirte juzgado por la gente que te rodea por no ser productivo. ¡Pero no ser productivo constantemente está bien! Tanto si haces una pausa para tomar un té en el trabajo como si te sientas para descansar unos minutos antes de empezar a preparar la cena, no estás “haciendo nada”, sino que estás recargándote para el futuro.
4. Tomarte un tiempo libre te ayuda a despertar tu creatividad
Imagina que has estado batallando con un problema toda la mañana. Por mucho que te concentres, parece que no consigues resolverlo. Así que sacas a pasear al perro o vas a hacer algún recado a una tienda. Y, mientras haces cola, de repente la respuesta se presenta ante ti. Pensar en soluciones cuando tu cerebro está ocupado en otras cosas es conocido como el “efecto eureka”. No es sorprendente que algunas de las mentes más creativas del mundo utilicen esta técnica para acabar proyectos.
5. Te concentras más no concentrándote
Según Tony Schwartz, autor de libros de economía, “Los seres humanos no son máquinas. Todo lo contrario, estamos diseñados para movernos rítmicamente entre gastar energía y renovarla. Así, podemos hacer más cosas en menos tiempo, con un mayor nivel de calidad y de una forma más sostenible” (The Energy Project). Schwartz señala que por cada 90 minutos trabajando concentrado, deberías tomarte una pausa de 15 minutos. Si lo haces, los próximos 90 minutos serán aún más productivos.
¿Cuál es la lección que hay que aprender? No hacer nada es beneficioso para ti y para tu rendimiento de trabajo. De hecho, incluso puede iluminarte. Así pues, haz espacio para un poco de tiempo libre en tu calendario, siéntate y relájate.