El bienestar en el trabajo está presente en tu día a día, pero es posible que ni hayas reparado en él. No solo se limita a mantener una buena postura en el escritorio o comer fruta; también está relacionado con el entorno que te rodea. ¿Sabías que en determinados países existen directrices sobre la cantidad de luz que se permite en la oficina?
La luz es fundamental
Al igual que el exceso o la escasez de luz natural puede irritar los ojos, la luz artificial en exceso tampoco es buena para la salud. Seguramente hayas notado que estar muchas horas delante de la pantalla afecta a tus ojos, o cómo empieza a dolerte la cabeza cuando llevas varias horas en la oficina. Estas molestias pueden ser los primeros indicios de que la luz de la oficina no es la más adecuada. Si te agota la luz fluorescente, prueba a cambiar de bombilla o a ajustar la configuración de tu ordenador. Si llevas lentes de contacto o gafas, plantéate la opción de utilizar gafas especiales que filtran los reflejos de las pantallas.
Ambiente seco o húmedo
¿Alguna vez te has planteado cómo es la calidad del aire de la oficina? El aire seco es perjudicial para los ojos, mientras que el aire húmedo tampoco favorece a la salud. La temperatura también puede ser un factor clave. Según un estudio realizado por la Universidad de Twente, las temperaturas elevadas producen mayor cantidad de polvo en el aire, lo que puede causar irritaciones en la piel y en los ojos.
Mayor rendimiento con olores agradables
Y eso no es todo. El aroma de la oficina también puede afectar a tu bienestar. Seguramente conozcas la aromaterapia, una técnica que emplea fragancias para tratar determinadas dolencias. También puede tener efectos positivos mientras trabajas: un aroma concreto puede ser beneficioso para tu cuerpo y tu bienestar en el lugar de trabajo. ¿Verdad que es buena idea?
Una oficina verde
Si quieres saber cómo es la calidad del aire, observa a tu alrededor o, aun mejor, date una vuelta por la oficina. ¿Cuántas plantas ves? Las plantas son un elemento fundamental a la hora de purificar el aire. Normalmente las utilizamos como elemento decorativo en casa, pero suelen escasear en las oficinas.
Añadir plantas a la oficina puede ser beneficioso: ¿quieres saber cómo? Haz clic aquí.
Cambia de postura
Sin duda, la postura en el escritorio es un factor clave. Existen numerosas recomendaciones y consejos, pero lo más importante es que te sientas cómodo. Nosotros te aconsejamos que varíes de postura varias veces al día para evitar el dolor muscular, el entumecimiento de las extremidades o, lo que es peor, una lesión profesional. ¿No sabes cómo relajarte después del trabajo? Mira nuestro exclusivo vídeo con la rutina de yoga ideal para después del trabajo.
Menos café y más té
Probablemente sea el consejo más evidente: es importante beber líquido aunque pases horas y horas sin levantarte de la silla. No hay nada más apetecible que una taza de café con mucho azúcar y leche, pero no es la mejor opción para hidratarte. Te recomendamos que en el trabajo optes por el té o el agua. Estas dos alternativas tienen además menos calorías, por lo que incluso podrías saltarte algún entrenamiento intenso después del trabajo de vez en cuando.
No te olvides de los descansos
No se trata de ir hasta una cafetería a tomar algo, sino de tomar pequeños descansos para despejar la mente un rato. Por ejemplo, puedes hacer un par de recados rápidos o dar un paseo corto. Lo importante es salir y respirar aire fresco para mejorar la salud y estar más concentrado en el trabajo.
Cierra los ojos
Meditar en el trabajo puede hacer maravillas, aunque solo sean unos minutos. Cierra los ojos, respira hondo y exhala. Notarás cómo tu cuerpo se siente cada vez más ligero. ¿Necesitas ayuda? Echa un vistazo a los numerosos ejercicios de meditación que hemos preparado.
¿Tienes la impresión de no disfrutar de comodidad física en el trabajo? ¿O puede que simplemente te interese mejorar tu bienestar? Prueba algunas de nuestras sugerencias, no te arrepentirás.