Tu propósito en la vida puede cambiar: cuatro señales de que el tuyo ya no es el mismo

¿Tu propósito te está impulsando hacia delante o te está impidiendo avanzar? Te mostramos cómo saber si tienes que cambiar de propósito. 

Igual que nuestras vidas a menudo requieren desvíos inesperados y rutas alternativas, lo mismo puede suceder con tu propósito. ¿Es posible dar un giro radical a tu propósito? Claro que sí. Lo que te apasionaba ayer puede que te resulte totalmente indiferente más adelante. ¿Y sabes qué? Es algo completamente normal. La clave es entender que estás evolucionando. Un estudio ha demostrado que, pese a que la mayoría de nosotros insistimos en que no vamos a cambiar de opinión, tenemos muchas más probabilidades de hacerlo de lo que pensamos. Eventos vitales importantes como tener hijos, casarse o divorciarse van a influir en nuestras prioridades. Incluso algo como estudiar una nueva asignatura, hacer un amigo nuevo o empezar otro trabajo puede cambiar el rumbo de nuestras vidas. Si ahora tienes 22 años, cuando tengas 45 posiblemente te resultarán importantes temas que ahora ni te planteas. Por eso es fundamental comprobar de vez en cuando si sigues yendo por el camino adecuado. Porque no es bueno dejar que un antiguo propósito te impida crecer en una nueva dirección.  

Las cuatro señales que indican que tu propósito está cambiando

1 - Sientes estancamiento 

Si te cuesta recordar qué día es hoy y si la vida parece un ciclo sin fin de tareas pendientes que no tienes ningún interés en completar, lo más probable es que estés en estado de estancamiento. Todos tenemos tareas que realizar, pero un propósito claro te ofrece el impulso para hacer algo que de verdad te hace feliz. Si desde que te despiertas por la mañana sientes que no tienes nada que te emocione por delante, puede que tu propósito haya cambiado. Si hacemos lo mismo día tras día, no construimos muchas nuevas vías neurales, que es lo que nos mantiene alerta, algo especialmente necesario a medida que envejecemos. “El movimiento es como un antoxidante”, explica nuestra experta en propósitos Ani Naqvi. “Si descansamos demasiado, empezamos a oxidarnos”. Si crees que estás en estancamiento, puede que necesites hacer algunos cambios para entender qué te aporta de verdad alegría. Ya sea explorar nuevos lugares o probar una afición nueva, intenta salir de tu zona de confort.  

 

Lee nuestro artículo: Cómo estar cómodo en la incomodidad.

  

2- Sientes insatisfacción 

Es una señal clara de que pasas demasiado tiempo haciendo cosas que no te llenan. A veces, las cosas que antes nos satisfacían, de repente dejan de hacerlo. Cuando te pones una meta y estableces objetivos para lograrla, puedes olvidarte de por qué lo quieres conseguir. Es una sensación muy común cuando tu carrera empieza a tener prioridad sobre tu propósito.

 

“Tengo muchos clientes que son ejecutivos de alto nivel con más de 40 años de edad”, explica Ani. “Han hecho todo lo que la sociedad esperaba de ellos, tienen una carrera universitaria, un buen trabajo, una casa, una familia, un coche. También se van de vacaciones cómodamente y puede que hasta tengan un negocio propio. Pero no son felices, se sienten insatisfechos. Eso es porque han estado persiguiendo una idea del éxito en vez de lo que de verdad les hace felices. Han cambiado su tiempo por dinero y han trabajado muchas horas. Han cambiado la alegría por prestigio, por ascensos en su trabajo. Lo que tienen que hacer es recordar lo que es de verdad importante y alinear cuerpo, mente y alma”. 

 

Ya sea trabajar hasta tarde, pasar más tiempo en el gimnasio o formarse para lo que sea, si crees que estás empleando tu tiempo pero aun así no sientes satisfacción con el resultado, puede que tengas que plantearte si tu propósito es el correcto. Escribir un diario es una buena manera de no perder de vista tu yo más genuino.  

 

Prueba esta guía: Una vida con un propósito claro en solo una semana 

 

3- Sientes que estás en medio de ninguna parte 

Para Ani, tener un propósito claro es como “tener una estrella polar”. Te ofrece una dirección que seguir. Si te sientes que no sabes dónde estás, como si no supieras cómo emplear tu tiempo o si siempre antepones los deseos y necesidades de los demás a los tuyos, puede que tu propósito esté cambiando.  

 

Esto puede suceder cuando tenemos personas que nos necesitan, como niños o personas dependientes. “Pasa mucho con los padres, porque cuando la gente tiene hijos, sus vidas se ven completamente absorbidas”, explica Ani. “Su prioridad es la vida de sus hijos y pierden de vista quiénes son ellos en realidad. Cuando los hijos son adolescentes y están a punto de abandonar el nido, empiezan a plantearse quiénes son de verdad. Llevo mucho tiempo siendo una madre o un padre, pero… ¿y ahora quién soy?”. Puede que no siempre vivas de acuerdo con tu propósito, pero este siempre está ahí. Si te sientes de esta manera, necesitas volver a buscar lo que de verdad te interesa, a recordarte lo que te importa y a incorporar esas cosas a tu vida.  

 

Lee: Si no sabes qué quieres de la vida, descubre tu propósito y vive de acuerdo con él.

 

4- Te cuestionas todo 

Puede que pensaras que sabías lo que estabas haciendo con tu vida, hasta que algo te ha hecho replanteártelo todo. Muchas veces, es consecuencia de un trauma. Esas potentes emociones pueden cambiar tu idea de lo que de verdad importa.  

 

“Un incidente traumático, tanto si pasa una o varias veces como si estamos expuestos a él de manera repetida y a largo plazo, puede tener un impacto tremendo en nuestro bienestar psicológico y físico, explica la doctora Ravi Gill, psicóloga sanitaria especializada en trauma.  “Sufrir un trauma puede hacer que las personas se replanteen su vida y sus prioridades, buscando significado y propósito en ellas para superar la angustia. Este proceso se denomina ‘crecimiento postraumático’ y muchas veces conlleva descubrir nuevos puntos fuertes, valores y objetivos que ofrecen una sensación de guía y satisfacción”.  

 

Por eso, para muchas personas, como nuestra experta Ani, una experiencia traumática puede animarlas a centrarse en lo que es importante, con un nuevo propósito. “Desde el punto de vista psicológico, puede conllevar un cambio en la perspectiva, una mayor resiliencia y una comprensión más profunda de tus propios valores e identidad”, indica Gill. “Esto se puede traducir en un propósito más fuerte y un significado más claro para la vida, a medida que las personas se recuperan e incorporan sus experiencias a su percepción de sí mismas”. 

 

Si crees que perteneces a esta categoría, mira a nuestra experta Ani Naqvi mientras nos habla sobre la manera en que el trauma influyó en su futuro.

 

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Este artículo forma parte de nuestra masterclass “Cómo encontrar tu propósito”, una serie de artículos y vídeos pensados para ayudarte a vivir una vida con más significado. Si quieres empezar a desmitificar las ideas erróneas sobre el propósito, comprender qué te entusiasma de verdad y llenar tu vida de alegría, aquí encontrarás el resto del contenido. 

Jessy Deans

Jessy Deans

Jessy Deans es copywriter y le encantan las historias que le animan a pensar, los viajes y el chocolate blanco. Acostumbrada al ritmo incesante de la industria de la televisión, ha aprendido la importancia del autocuidado y de la desconexión, y cree que no hay nada mejor que tener "demasiadas" velas. Lleva toda su vida buscando la comida perfecta y cree fielmente que “si no te quieres a ti misma, cómo vas a querer a otra persona” (RuPaul).