Como el antiguo proverbio zen dice: “Deberías sentarte a meditar durante veinte minutos cada día. A menos que estés muy ocupado: en ese caso deberías hacerlo durante una hora”. Pero estás de suerte porque esta meditación tiene el poder de calmarte y poner orden en tu mente en tan solo 20 minutos. Centrándose una vez más en la respiración, la experta Deborah te guía por una sesión que está destinada a convertirse en tu nueva rutina diaria.
Y tenemos un consejo de lo más profesional: además de dedicarle más minutos, ¿por qué no añades un elemento de aromaterapia a tu sesión? Los aromas tienen un potente efecto en nuestro estado emocional e introducirlos en tu sesión puede mejorar tu conexión mente-cuerpo implicando a más sentidos. Respira profundamente, enciende una vela aromática y empecemos.