Ya tienes el espacio ideal para meditar: con paredes de un suave azul claro, música suave y un cojín supercómodo. ¿Qué te falta? El aroma ideal para calmar y relajar el cuerpo, la mente y el alma.
No hay nada mejor que la meditación para reforzar la conexión entre el cuerpo y la mente. Centrarse en la respiración, ser consciente de las sensaciones del cuerpo y no distraerse son factores que activan los sentidos y nos ayudan a vivir el momento presente. Pero hay otro secreto para lograr una sesión de meditación perfecta: el aroma.
Los investigadores han descubierto que determinados aromas, como el jazmín, el yuzu y la esclarea, pueden animar al cuerpo a relajarse y reducir el ritmo cardiaco en solo diez minutos. La lavanda es quizá el aroma relajante más potente: los estudios demuestran que puede ayudar a combatir el insomnio leve, reducir la ansiedad y paliar ciertos tipos de depresión. Por eso, su uso como elemento de aromaterapia en meditación puede ofrecerte sesiones más eficientes.
La calma en forma de aroma
Si meditas para alcanzar un equilibrio interno entre el cuerpo y la mente, incorporar una fragancia relajante te ayudará a aumentar la sensación de calma. Masajear las sienes con aceite con lavanda aporta una dimensión adicional a tu sesión de meditación. Está demostrado que la lavanda ralentiza el sistema nervioso simpático, también conocido como centro de estrés. Al olerlo, el cuerpo y el cerebro entran en un modo de relajación.
Si no te van mucho los aceites, las velas aromáticas pueden ser una alternativa estupenda. A lo largo de la historia, han sido símbolo de calma, porque encender una vela y mirar la llama es en cierto modo una ceremonia. Al centrar la respiración, también aspiras un aroma relajante, una señal que anima a tus receptores olfativos a calmarse. Inspirar calma y espirar negatividad, en eso consiste también la meditación.
Una fragancia para concentrarse
A veces la meditación puede ser una herramienta muy útil para concentrarse mejor. Si tienes un proyecto muy intenso en el trabajo, antes de empezarlo, dedica unos minutos a meditar. El potente aroma a eucalipto es conocido por afinar los sentidos y proporcionar un sentido de alerta. Si te rodeas de este aroma al meditar, terminarás la sesión concentrada y con una sensación de determinación, preparada para afrontar el proyecto.
Los aromas repercuten sobre nuestras emociones pero también animan al cerebro y al cuerpo a ponerse en acción. La próxima vez que te prepares para meditar, no te olvides de prestar atención a la fragancia que te rodea.