Puede que para ti irte de vacaciones sea una manera de disfrutar y de recuperarte del estrés diario. Muchos vivimos nuestras vidas sin prestar mucha atención durante el año y nos subimos al avión con el teléfono aún pegado a la oreja. Pero ni siquiera pasar todo un mes en una isla tropical puede compensar la cantidad de estrés a la que te sometes durante el resto del año.
La ciencia nos dice que si queremos lograr reproducir el efecto de las vacaciones tenemos que empezar a llevar una vida mindful. Y en ese estilo de vida no podía faltar una rutina de meditación diaria. Así que empieza a cuidarte y a disfrutar de los beneficios de la meditación para tu cerebro.
UNA GRAN TÉCNICA DE RELAJACIÓN
Las últimas investigaciones han demostrado que la meditación supera de hecho en efectos positivos a las vacaciones. En primer lugar, la meditación ayuda a nuestro sistema inmune. Además, la gente que medita diariamente está menos estresada y más preparada para lidiar con situaciones difíciles. Experimentan menos emociones negativas, son más compasivas y tienen más probabilidades de estar de buen humor. Ni siquiera tienes que meditar durante mucho tiempo: solo unos minutos al día son suficientes para empezar a sentirte más calmado.
QUÉDATE EN CASA
¿Y si te sintieras más relajado sin irte de vacaciones? Olvídate de hacer las maletas, no perder el tren, el autobús o el avión. Lo único que necesitas para lograr el efecto vacacional definitivo es meditar durante un rato. Imagina que eres un turista de paseo por tu mente, que observa tus pensamientos. Ten a mano un cuaderno donde puedas apuntar cualquier idea interesante que pueda surgirte: esas perlas que solo descubres durante unas minivacaciones.
¿Prefieres descubrir lo que hay más allá de tu puerta? Encuentra tu meditación guiada favorita en la app Buddhify. Sal, ejercita cuerpo y alma mientras caminas por una zona que conoces bien, como si lo hicieras por primera vez.
También puedes crear el ambiente relajado de unas vacaciones dentro de tu propio hogar. Encuentra un cojín o una silla para meditar, donde puedas sentarte recto y crear un entorno relajado o usa estos consejos para crear tu propia sala de meditación.
Si quieres algo de variedad en tus meditaciones puedes probar con un ejercicio de visualización. Cierra los ojos e imagina que estás en una isla tropical, en un precioso bosque o en un jardín japonés donde el aroma de las flores del almendro flota en el aire. ¿Quieres un rostro que refleje lo relajado que te sientes? Usa una máscara fría para los ojos durante el ejercicio de visualización. No solo te sentirás como nuevo, relajado y cargado de energía, sino que tu rostro contará la misma historia.