La tribu indígena de los Arhuacos ha protegido desde sus orígenes sus tierras y no ha invitado a mucha gente a visitarlas. Pero con Rituals ha hecho una excepción. Esto es lo que hemos aprendido después de visitar esta comunidad, cuya misión es recuperar el equilibrio de la naturaleza.
¿Sabes cuántos árboles se ven desde tu ventana o cuántos hay en el parque de tu barrio (sin tener que mirarlo)? ¿Y cuántas especies de animales o de plantas? La mayoría de nosotros responderíamos que no, pero la tribu indígena de los Arhuacos en Colombia sabe esto y mucho más sobre sus tierras sagradas.
En el mundo occidental moderno, intentamos constantemente darle un significado más profundo a nuestras vidas. Hace años, el único significado posible era sobrevivir. Como ya no tenemos que preocuparnos de muchas cosas necesarias para nuestra supervivencia, (vamos a la tienda en vez de cazar, alquilamos o compramos nuestras casas en vez de tener que construirlas con nuestras manos) hemos perdido esa conexión con la naturaleza. Sin embargo, los Arhuacos la han mantenido. Desde tiempos inmemoriales, la tribu indígena de los Arhuacos, conocida como los “guardianes de la Tierra”, ha vivido en armonía con la naturaleza en una de las zonas más bonitas y con mayor biodiversidad del mundo: la Sierra Nevada de Santa Marta. Pero en la actualidad, a causa de actividades como la explotación forestal y la minería, sus tierras sagradas están en peligro.
Para conseguir protegerlas y conservarlas, los Arhuacos han aceptado ayuda del exterior. Hemos empezado a colaborar con la empresa de conservación Sacred Forests, para ayudar a los Arhuacos a recuperar, reforestar y proteger sus tierras ancestrales. Esto es lo que hemos descubierto.
De paseo por una de las maravillas del mundo
En el corazón de la Sierra Nevada de Santa Marta, las tierras de los Arhuacos forman un verdadero tapiz vegetal. Desde las suaves costas del Caribe hasta los picos blancos de Sierra Nevada, el pronunciado relieve crea en esta zona una serie de microclimas y hábitats que la convierten en uno de los rincones del planeta con una mayor biodiversidad. Las aldeas Arhuacas están repartidas por las montañas, con cabañas con techo de paja y terrazas de piedras. Hemos hablado con el productor sénior de Rituals Daan van Hoof para que nos hable de su llegada a las tierras de los Arhuacos.
“Durante nuestro viaje nos alojamos en Santa Marta, la ciudad grande más cercana a Sierra Nevada de Santa Marta”, explica Daan. “Allí nos recogieron y nos llevaron a la selva. Después de 2-3 horas en coche y una larga caminata, entramos en Busingueka, una pequeña aldea al borde de una montaña, con vistas de la sierra hasta el mar”.
“Allí nos esperaba un gran grupo de Arhuacos para darnos una cálida bienvenida. Lo que viví fue algo único. Aunque no podíamos comunicarnos, se notaba un fuerte interés mutuo, estábamos todos fascinados”.
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Mantener las tradiciones
Una buena parte de lo que persiguen los Arhuacos es mantener vivas sus tradiciones, no como meros actos, sino porque de verdad creen en su poder. “Los Arhuacos nos recibieron con una ceremonia la primera vez que los conocimos”, relata Daan. “Cada visitante recibió dos hilos entretejidos del algodón que producen ellos mismos. Nos los ataron en la muñeca algunos de los miembros más jóvenes de la tribu.
“Las tierras de los Arhuacos son muy extensas y cuentan con asentamientos por toda la Sierra Nevada de Santa Marta. Nos dijeron que si quisiéramos visitar las partes más remotas de sus tierras, ese hilo sería una señal para que las tribus supieran que éramos bienvenidos”.
La ceremonia la dirigieron los Mamos, líderes espirituales del grupo, que tienen un papel crucial a la hora de conservar las tradiciones culturales y espirituales de la tribu de los Arhuacos. Estos líderes no son electos, sino que son personas que demuestran determinadas señales desde su nacimiento que reflejan su vocación. “Los Mamos lo son desde que nacen” explica Rogelio Mejia, miembro de la tribu de los Arhuacos. “No es algo que pase en el colegio. Y no todo el mundo es un Mamo, independientemente de lo mucho que se esfuercen. Un padre cuyo hijo es un Mamo no se convierte a su vez en un Mamo. La naturaleza ofrece las semillas para que nazca un Mamo”.
Una vez atados los hilos, el Mamo pidió a los visitantes que pasaran a su espacio de meditación. “Era un círculo irregular de piedras grandes y pequeñas. Nos explicaron que todas las ceremonias espirituales donde se tomaban decisiones importantes se realizaban en ese lugar y que los participantes se sentaban en las piedras. La piedra es también un vínculo con la naturaleza: su superficie dura representa las decisiones difíciles que a veces hay que tomar. En este caso, era el lugar donde iban a realizar la ceremonia de bienvenida”.
“Mientras nos sentábamos nos explicaron la importancia de ese momento. Si no se te da la bienvenida, no puedes entrar en la comunidad. Nos dieron dos bolas de lana o fibra, cada una en una mano. Nos dijeron que representaban el agua, la tierra, los árboles, el sol, la luna y la naturaleza en general. Nos pidieron que cerráramos los ojos durante un instante y notáramos la presencia de esos objetos en la mano, que pensáramos en esos símbolos. Fue una sensación extraña, porque eran cosas muy ligeras, pero en ese momento notaba un gran peso en las manos”.
Las ceremonias como esta tienen una gran importancia en la vida de los Arhuacos. Al ser una comunidad tan espiritual, todo tiene un significado. “Nuestra ropa representa la Sierra”, explica Alfonso Torres, miembro de la tribu de los Arhuacos. “En nuestro idioma, se llama Tutusoma y es el símbolo de los picos nevados de las montañas. Por las venas corren los ríos. Las vértebras son como las piedras”. Sienten una profunda conexión con la Tierra y entre ellos.
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Vivir en equilibrio
La tribu de los Arhuacos vive en comunidades cerradas donde la cooperación y el apoyo mutuo son fundamentales. Tienen una estructura social comunitaria y las decisiones se toman de manera colectiva, normalmente guiadas por los Mamos. No usan dinero, sino que hacen trueques. La armonía también es clave para lograr su objetivo de lograr una naturaleza en equilibrio. Su moderado modo de vida hace que nunca tomen de la tierra más de lo que de verdad necesitan.
“Me di cuenta enseguida de que todo lo que comían allí procedía directamente de la tierra”, comenta Daan recordando las comidas que les prepararon las mujeres de la comunidad. “Tenían un pequeño huerto donde cultivaban todo tipo de verduras. De ese huerto procedían las patatas y la yuca que comimos y también vi que había guisantes, que se usaron en el puré que comimos ese mismo día más tarde”.
En casa estamos acostumbrados a cocinar con un horno. “Nos sentamos en una pequeña cabaña con un buen fuego en el centro. Pasaban las ollas del fuego a las ascuas para controlar el calor. A mí, que me interesa tanto la cocina, me resultó un proceso muy reconfortante de ver”.
Nadie conoce la tierra tan bien como los Arhuacos y se han dado cuenta de que hay algo que no va bien en el mundo. Saben que salvar la naturaleza está más allá de su control. Ven a las personas que no son indígenas como sus “hermanos pequeños” y creen que necesitamos colaborar para solucionar el problema.
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Su misión
“Hoy nos preguntamos el motivo por el que vivimos cambios climáticos tan drásticos, con sequías tan prolongadas. La razón es que toda acción conlleva una reacción”, afirma Mamo Camilo. “El equilibrio natural, que debería ser una prioridad en la actualidad, debería estar presente en el interior de todos nosotros. La unidad hace la fuerza y solo colaborando podremos completar esta enorme tarea”, explica. Para los Arhuacos, Sierra Nevada de Santa Marta es el corazón de la Tierra y su objetivo es que siga prosperando.
“Para nosotros, la tribu indígena de la Sierra tiene la misión de cuidar y proteger a todo el mundo […]. Queremos decirle al mundo que, juntos, vamos a cuidarnos. Igual que este río fluye desde los picos nevados de las montañas hasta el mar, seguimos el ciclo de vida del agua, de los árboles, de la Luna. No vamos en contra de los seres que nos rodean. Por eso ahora tenemos que pedirle ayuda a nuestro hermano pequeño para que nos ayude a vivir juntos”.
De la comunidad Arhuaca hemos aprendido que para ayudar a proteger nuestro planeta, necesitamos recuperar la conexión y el equilibrio con la naturaleza. Y nosotros queremos poner nuestro granito de arena. Para descubrir más cosas sobre nuestra colaboración con Sacred Forests y el objetivo compartido de ayudar a los Arhuacos a recuperar, reforestar y proteger sus tierras para futuras generaciones, haz clic aquí.
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