Fabrice Pellegrin, perfumista de L’Éclat de Rituals, habla del mundo de las fragancias

L’Éclat es la fragancia más innovadora de Rituals hasta la fecha. Según su creador, Fabrice Pellegrin, la fragancia se inspira en los viajes nómadas, algo muy adecuado para un aroma que se puede llevar por capas con cualquier otro perfume Rituals. Es unisex, con preciosas notas de neroni, de chispeante mimosa y el carácter cremoso y cálido del sándalo. Las fragancias forman parte del ADN de la familia de Fabrice, son una pasión y una forma de vida. Ese cariño y esa atención por los detalles ha impregnado también a L’Éclat. Con un aroma tan seductor e irresistible, hemos querido descubrir más cosas sobre el proceso que sigue Fabrice, las cosas que le apasionan y sus consejos para sacar todo el partido a L’Éclat. Sigue leyendo para inspirarte.

La elaboración de perfumes está muy arraigada en tu familia. ¿Cómo fue crecer en una familia tan interesada por las fragancias?

El arte de la perfumería lo llevo en la sangre. Mi padre era perfumista, mi abuela recogía jazmín y mi abuelo suministraba productos naturales para la elaboración de perfumes. Mi trabajo está muy arraigado en la historia de mi familia. Desde muy joven, he aprendido de los maestros perfumistas todo lo posible sobre la composición y el uso de ingredientes naturales. Tengo un sentido del olfato especialmente desarrollado, porque llevo formándome desde muy pequeño. Ese es el regalo que me ha hecho mi familia: la pasión por la naturaleza y la creación de fragancias.

Te gusta sacar todo el provecho al tiempo disponible. Las fragancias están muy vinculadas con los recuerdos. ¿Tienes fragancias que te recuerden a distintos momentos y experiencias de tu vida?

Tuve la suerte de criarme en Grasse, en Francia. Mis mejores recuerdos de la infancia son los de ir a recoger rosas al campo con mi abuela. Son momentos inolvidables. Había muchos recolectores italianos que venían a Grasse desde el mismo pueblo. Se reunían allí y hablaban de todo. Era un ambiente muy cálido y acogedor. Cualquier fragancia que contenga rosa es muy especial para mí, porque es un aroma que me atrae desde mi infancia.

¿Qué inspira tu trabajo?

Mi principal fuente de inspiración es la propia naturaleza. No me da vergüenza reconocer que me considero un epicúreo. Me encantan los placeres de la vida, a veces, lo reconozco, hasta el exceso. Todo lo que percibo por los sentidos desencadena una emoción. La comida, el vino, un buen puro, pasar tiempo con los amigos… Todo ello es fundamental para mi existencia e influye en las fragancias que creo. También me influye mucho trabajar con ingredientes naturales y preciosos y con las personas que los cultivan. Cuentan una historia no solo de su cosecha, sino también de las raíces personales y la cultura. Esta conexión con el mundo me inspira y aumenta aún más mi pasión por los perfumes.

¿Cuál fue la fuente de inspiración de L’Éclat? ¿Y cómo pasó de ser el inicio de una idea a una fragancia real?

Para esta fragancia en concreto, quería explorar la idea de los viajes nómadas. De estar en un lugar concreto pero adoptar a la vez la cultura y el estilo de vida de otros países y pueblos. Sabía que tenía que ser un aroma cálido como un abrazo, de la misma manera en que un nómada percibe la aventura, las gentes, los alimentos y el entorno natural. Quería que esta fragancia fuera un objeto de deseo, con un toque provocativo que hiciera referencia a la capacidad de arriesgarse, a la libertad y a la confianza.

L’Éclat es unisex y se puede llevar en solitario o por capas. ¿Supuso un desafío a la hora de crearla?

Diseñar fragancias unisex me parece fascinante. La mayoría de las mujeres necesitan sentirse seguras con la fragancia que eligen. Encontrar el aroma que aporta un placer personal conlleva multitud de emociones. Los hombres buscan un arma de seducción, una fragancia atrevida, generosa e irresistible que les haga sentirse deseados. Estas emociones son una búsqueda complementaria de la seducción entre hombres y mujeres, es un testigo de su atracción. Al crear L’Éclat tuve en mente esa tensión, para encontrar el equilibrio correcto.

¿Tienes algún consejo sobre cómo aplicar perfumes por capas?

Prefiero aplicar las fragancias en los puntos de pulso (el cuello, las sienes, detrás de las orejas, etc.) porque estimula los sentidos y me aporta confianza y placer. Normalmente rocío la fragancia al aire y me sumerjo en la nube de aroma y luego la aplico también directamente en los puntos de pulso para que tenga un efecto más duradero.

Para mí, usar varias capas de fragancias o una sola siempre depende de mi estado de ánimo. No hay una manera adecuada o inadecuada de llevar un perfume, lo que debe guiarnos es el hecho de que nos inspire.

Las fragancias son muy personales pero, ¿cómo crees que se sentirá la persona que lleve L’Éclat?

Empoderado y apasionado.

L’Éclat contiene notas de neroli, mimosa y sándalo. ¿Qué aporta cada uno a la fragancia?

Me encanta usar ingredientes naturales, porque crean la estructura para el resto de la fórmula. He usado neroli para darle una sensación de aventura. La mimosa le aporta un toque cítrico, mientras que el sándalo le da un elemento terrenal y cremoso. Es un aroma muy cálido, con un toque de misterio, intriga y exotismo.

Rituals cree en la importancia de encontrar sentido y felicidad en los pequeños momentos. ¿Cómo es tu rutina diaria y qué pequeños momentos de la vida te resultan importantes?

Estoy 100 % de acuerdo con el mantra de Rituals. A lo largo del día, siempre encuentro ocasiones para disfrutar de la vida y dedicar tiempo a mi familia. Cada día es diferente, pero normalmente me siento más sereno cuando estoy creando y trabajando con ingredientes naturales. Además, cuando estoy en contacto con la naturaleza (dando un paseo, sacando al perro, viajando, etc.) me siento más en contacto con mis emociones y mi entorno.

Trabajas con estudiantes y escuelas locales. ¿Qué consejo le darías a alguien interesado en convertirse en perfumista?

La pasión, el trabajo y la constancia son las claves del éxito en el mundo de los perfumes. Tienes que estar dispuesto a compartir una parte de ti mismo con el mundo.