Pese a que todos intentamos aportar nuestro granito de arena para cuidar del planeta, a veces parece que esos gestos diarios no tienen demasiada importancia. Si la próxima vez que estés separando la basura para reciclarla correctamente te entran las dudas de si de verdad merece la pena, nosotros te garantizamos que sí. Puede parecerte una acción insignificante pero no deja de tener una gran repercusión. Te hablamos de 10 cosas que quizás ya estés haciendo (o que podrías incorporar fácilmente a tu vida) y que ayudan a conseguir un planeta más sostenible
Compra muebles de segunda mano
Puede que hayas decidido buscar esa nueva mesita en tiendas y plataformas de segunda mano para ahorrar un poco de dinero, pero lo cierto es que también es una decisión buena para nuestro planeta. Desde el transporte de materiales hasta el uso de energía de las fábricas, la producción de nuevos muebles genera miles de toneladas de carbono cada año. Según un reciente estudio, el mercado online de muebles de segunda mano ahorra en el Reino Unido el equivalente en emisiones de carbono de lo que emitiría un coche que hiciera más de 240 millones de kilómetros al año.
Opta por bolsas reutilizables
¿Te acuerdas de la indignación cuando empezaron a cobrar unos céntimos por las bolsas de plástico? Pues bien, parece que mereció la pena. Según datos del Gobierno, las ventas de bolsas de plástico de un solo uso han caído en más de un 95 % en los principales supermercados de Inglaterra desde 2015. Así que la próxima vez que te toque volver a casa porque se te ha olvidado la bolsa reutilizable, puedes sentirte orgulloso.
Elige productos recargables
Desde comprar el arroz en la tienda a granel local hasta elegir una crema hidratante que se pueda recargar, es una manera estupenda de ahorrar materiales. Gracias a las recargas vendidas solo en el año 2020, en Rituals hemos ahorrado 3,4 millones de litros de agua (3,4 piscinas olímpicas), el equivalente a 1411 vuelos de ida y vuelta de Ámsterdam a Nueva York y la energía equivalente al uso anual de 1806 hogares.
Usa correctamente la tetera
¿Cuántas tazas de té o café te tomas al día? ¿1? ¿2? ¿5? Para prepararte un té solo necesitas llenar la tetera con agua del grifo, ¿no? ¿Pero qué pasa si solo quieres una taza? Una manera más sostenible de prepararlo sería echar solo una taza de agua. Una tetera llena solo hasta la mitad requiere solo la mitad de energía para hervir. Se estima que solo en el Reino Unido se beben 165 mil millones de tazas de té al año. Si todo el mundo llena de manera correcta sus teteras, se puede ahorrar mucha energía.
Compra bolsitas de té biodegradables
Siguiendo con el tema del té, hablemos de las bolsitas biodegradables. Los amantes del té disfrutan cada año en el Reino Unido de alrededor de nueve mil millones de bolsitas de té de PG tips. Como la marca usa bolsitas de té totalmente biodegradables, PG tips ha ahorrado 330 millones de toneladas de plástico tradicional al año, el equivalente a 66 millones de bolsas de plástico. Un cambio sencillo que evita una gran cantidad de desperdicios.
Evita la carne
Probablemente ya sepas que la industria de la carne es una de las mayores emisoras de carbono. Tanto si dejas de comer carne por completo como si decides evitarla solo los lunes, todo ayuda. El consumo diario de carne en Reino Unido ha caído un 17 % en la última década. Una Beyond Burger (hamburguesa vegetal) genera un 90 % menos de emisiones de gases de efecto invernadero y requiere un 46 % menos de energía, un 99 % menos de agua y un 93 % menos de tierra en comparación con un cuarto de libra de carne de vacuno de EE. UU. Así que está claro: la opción vegetariana siempre es mejor.
Compra ropa de segunda mano
Hablemos claro: a todos nos gusta estrenar ropa. Sin embargo, cada año, la industria de la moda utiliza 93 mil millones de metros cúbicos de agua (suficiente para cubrir las necesidades de consumo de cinco millones de personas) y vierte medio millón de toneladas de microfibras de plástico al océano (el equivalente a 50 millones de botellas de plástico). Comprar ropa de segunda mano es una opción mucho más sostenible y, además, con la cantidad de aplicaciones que ofrecen estos servicios, nunca ha sido tan fácil. Según datos de eBay, gracias a las ventas de artículos ya usados, solo en 2020 se salvó del vertedero el peso equivalente a 900 autobuses de dos pisos.
Recicla
La próxima vez que el cubo amarillo esté lleno y te tiente mezclar los envases con la basura orgánica, recuerda: reciclar una sola lata de aluminio ahorra la suficiente energía como para usar un televisor durante tres horas y reciclar cinco botellas de plástico crea fibra aislante suficiente como para llenar una chaqueta de esquí.
Utiliza tazas reutilizables
Los cafés, los chocolates y los vinos calientes tienen una cosa en común: los vasos de papel, que pueden suponer una gran cantidad de desperdicio. Starbucks tira 8000 tazas por minuto, lo que supone más de 4 mil millones de tazas al año. ¿La solución? Llevar tu propia taza. Supongamos que te gusta comprarte un capuchino cinco veces a la semana, con un total de 250 tazas al año. Usar una taza reutilizable para esta cantidad de cafés supondría ahorrar 9,21 kg de Co2.
Opta por cajas de verduras
Según el proyecto Drawdown, luchar contra el desperdicio de alimentos es la solución número uno de cara a revertir la crisis climática. Es cierto que deberíamos terminarnos hasta el último bocado del plato y no olvidarnos de las sobras, y que los desechos domésticos no son el principal problema, pero todos podemos hacer algo más. ¿Te has fijado en que todas las verduras del supermercado parecen perfectas? No es una coincidencia. Los supermercados rechazan las frutas y verduras con un aspecto imperfecto, que acaban, en su mayoría, en el cubo de la basura. Pero al final, feas o bonitas, todas saben igual. Empresas como Oddbox (oddbox.co.uk) ofrecen alternativas más sostenibles para el carro de la compra. Comprar una de sus cajas de verduras con formas imperfectas durante un año ahorra la suficiente energía para alimentar a un hogar durante seis meses y ahorra tanta agua como la que beberías en 52 años.
Aunque probablemente todos podríamos estar haciendo más cosas para reducir nuestra huella de carbono, podemos estar orgullosos de lo que ya hemos hecho por nuestro planeta con gestos pequeños pero importantes que fomentan un futuro más sostenible. ¡Sigamos ayudando, con estas ideas y muchas más!