La doctora Harris nos enseña la diferencia entre estar cansado y tener sueño y los muchos factores que pueden impedirnos conciliar el sueño, incluso cuando parece que lo necesitamos.
Artículo del día 9: ¿De verdad tienes sueño?
Las dificultades para conciliar el sueño al principio de la noche son un problema muy frecuente. Pero uno de los mayores culpables es algo a lo que no solemos prestar atención: la diferencia entre tener sueño y estar cansado.
Aunque con frecuencia se confunden, de hecho son dos conceptos muy distintos. No significa que no puedan darse a la vez, pero normalmente los problemas para quedarnos dormidos vienen cuando estamos cansados pero realmente no tenemos sueño. ¿Cómo puedes saber si tienes sueño de verdad?
Para mí, el cansancio es como arrastrar una tonelada de ladrillos, me noto sin energía, como si tuviera el depósito vacío. Una de las quejas más frecuentes relacionadas con el cansancio, que no con el sueño, es que quieres echarte una siesta, pero eres incapaz de quedarte dormido. El problema es que estás cansado, pero en realidad no tienes sueño. Mucha gente con insomnio intenta echarse siestas para compensar la falta de sueño durante la noche cuando en realidad lo que tienen es cansancio, no sueño. Los síntomas comunes de la fatiga incluyen una sensación de lentitud, falta de claridad mental, ser incapaz de dormirse una siesta incluso si se quiere y falta de energía.
Si tienes sueño, lo que te pasa es que te quedas dormido. Quedarte dormido o dar una cabezada cuando estás sentado o tranquilo (incluso de manera no intencionada) son señales de que tienes sueño. Otros signos comunes de que tienes sueño incluyen la dificultad para mantener los ojos abiertos, no ser capaz de estar alerta, tener los ojos llorosos, bostezar e incluso notar una pesadez en el cuerpo (especialmente en las extremidades).
A partir de hoy, intenta identificar los signos de cansancio y los de sueño. Puede ser muy útil a la hora de decidir cuándo irse a la cama por la noche. Trata de descubrir las señales que te envía tu cuerpo cuando tienes sueño (las mías son que bostezo, los ojos se me llenan de lágrimas y me cuesta mantener los ojos abiertos). Relacionar la cama solo con el sueño le enseña al cuerpo que la cama es para dormir de verdad, no solo para descansar y pensar (lo que sucede a menudo con un cerebro muy ocupado). Si te vas a la cama cuando tienes sueño de verdad, no cansancio, tendrás más probabilidades de quedarte dormido más rápidamente. Buena suerte.
Si con frecuencia te sientes adormilado durante el día y una siesta no te ayuda a espabilarte o sientes la necesidad de echarte varias siestas a lo largo del día, habla con tu médico para descartar cualquier otro problema médico o psiquiátrico. Una sensación de somnolencia excesiva durante el día no debe ignorarse.
Día 9 Meditación: Una meditación guiada para relajarte y aliviar estrés
¿No sabes si estás cansado físicamente, mentalmente o si solo tienes sueño? Esta meditación revitalizante te cargará las pilas y te relajará.
¿A punto para empezar el siguiente día de nuestra clase magistral para dormir bien? Haz clic aquí.