Tanto si eres un yogui experto como si acabas de empezar, seguro que sabes que el yoga tiene muchas formas. Algunos ejercicios son relajantes e invitan a la reflexión; otros te suben las pulsaciones durante toda la clase. Un estilo muy divertido es el yoga mandala (también conocido como yoga circular). Son ejercicios activos, que requieren tu atención y, además, son muy divertidos. Si te empiezas a cansar del yoga que practicas normalmente y quieres cambiar un poco, seguro que estos ejercicios de yoga mandala te van a encantar.
¿Qué es el yoga mandala?
Tanto en el hinduismo como en el budismo, el mandala es un antiguo símbolo espiritual en forma de diagrama que representa la “integridad”. En el yoga, un estilo mandala se basa en esa integridad y forma para crear una secuencia dinámica de ejercicios que se mueven alrededor de la alfombrilla en un patrón circular, de manera parecida a la forma de un mandala. Puede requerir mucha concentración y resistencia, ya que cambiarás constantemente de asanas, más conocidas como “posturas”, aunque también hay versiones más suaves y de ritmo más lento.
Los beneficios
No solo es divertido, sino que practicar el yoga mandala tiene grandes beneficios para la mente y el cuerpo. Como no son los típicos ejercicios de yoga, te ayudan a romper con tu rutina habitual. En segundo lugar, desafía la conciencia y la coordinación del cuerpo porque tienes que concentrarte de verdad. Esta modalidad es especialmente buena porque trabaja la mente y el cuerpo. Seguro que te notas más creativo después de esta sesión, porque el yoga mandala tiene la capacidad de inspirarte para pensar de manera original, al sacarte del entorno común de la esterilla. Además, mejora la resistencia y la flexibilidad. Ahora toca subir las pulsaciones: vamos a por estos ejercicios cargados de energía.