La sal marina es un excelente exfoliante, especialmente para la piel seca. Al permanecer intactos, los cristales de sal eliminan las células de piel muerta con suavidad y en profundidad, para dejarla purificada y lisa. El magnesio tiene propiedades desestresantes y ayuda a mantener el equilibrio de la piel. El relajante aroma floral convierte a este exfoliante en la opción ideal para relajarse.
Aplícalo con un masaje en la piel húmeda. Acláralo con agua tibia. Para unos resultados óptimos, úsalo 1-2 veces por semana. Adapta el uso según el tipo de piel.
¿No sabes qué exfoliante usar? Esta guía sencilla te ayuda. Para la piel seca, exfoliante con sal. Para la piel sensible, exfoliante de azúcar. ¿Tu piel no es ni seca ni sensible? Pruébalos todos.