El aceite de almendra dulce, rico en ácidos grasos no saturados y vitaminas A y E, hace maravillas por la piel, limpiándola, hidratándola y relajándola. Se absorbe rápidamente, sin dejar restos grasos, mientras que las flores de cerezo relajan y equilibran el tono de la piel, además de ofrecer refrescantes notas vegetales y toques suaves y cremosos.
Vierte una pequeña cantidad de aceite en la mano. Al entrar en contacto con el agua, el aceite se transforma en una espuma suave. Enjuaga la bañera o la ducha después de su uso para evitar resbalones. Evita el contacto con los ojos, y enjuaga bien con agua si se da el caso.
¿Tienes una rutina para cuidar del rostro pero no de la del resto del cuerpo? Los pasos clave son limpiar, exfoliar e hidratar. Encuentra los productos perfectos en todas nuestras colecciones.