A pesar de que hay a quien le encanta, la mayoría de nosotros estamos deseando que los meses fríos de invierno se terminen y llegue por fin la primavera. Pero, en realidad, las bajas temperaturas pueden ser beneficiosas para la salud. Desde las duchas de agua fría hasta el método Wim Hof o la crioterapia: descubre cómo puedes hacer que el frío trabaje para ti con prácticas y rutinas que reconfortan tu cuerpo desde el interior.
Cuando hace frío, lo único que te apetece es arroparte con prendas de lana, encender la calefacción y quedarte en casa. ¿Pero sabías que pasar más tiempo expuestos al frío no es tan malo? Incluso puede ser beneficioso para la salud.
El frío ayuda a quemar calorías, por ejemplo. Tu cuerpo trabajará más duro para mantenerse a su temperatura central, por lo que se acelera el metabolismo. Las investigaciones indican que el cuerpo se aclimata a las bajas temperaturas incrementando las células adiposas que producen calor, conocidas como “grasa parda”. Mientras que la grasa blanca almacena calorías, la grasa parda las quema para producir calor. Gracias a esas milagrosas grasas pardas, el frío puede ser un ejercicio saludable por sí solo.
Duchas de agua fría
Los científicos cada vez tienen más pruebas de que darse una ducha fría o nadar en agua fría estimula el sistema inmunitario. Los escandinavos lo saben desde hace mucho tiempo. Y tienen buenas razones para lanzarse a la gélida nieve nórdica después de una sesión de sauna, ya que la exposición a ráfagas repentinas de agua fría activa el sistema nervioso e incrementa los niveles de endorfina y adrenalina. Esta práctica revitaliza el cuerpo y te proporciona una grata sensación que puede durar todo el día. Incluso puede ayudarte a combatir formas leves de depresión.
El método Wim Hof
Wim Hof, holandés experto en bienestar, también conocido como “el hombre de hielo”, ha desarrollado un método de bienestar basado en los beneficios para la salud de la exposición a las bajas temperaturas: el método Wim Hof. A menudo se dice que tiene habilidades sobrehumanas, ya que escala montañas gélidas con pantalones cortos y corre maratones por desiertos árticos cubiertos de hielo totalmente descalzo. Ofreciendo formación y enseñando técnicas de respiración especiales, también enseña a soportar el frío. Según Wim Hof, esto no solo ayuda a mantener un equilibrio saludable entre el cuerpo y la mente, sino que también mejora la concentración y la atención.
Crioterapia
Otra moda en cuanto a exposición al frío se refiere que está ganando popularidad rápidamente es la crioterapia. La crioterapia consiste en una exposición de tres minutos al frío extremo, con temperaturas de entre -100 y -140 grados centígrados. Durante esos tres minutos, las terminaciones nerviosas de la piel avisan al cerebro de que el cuerpo está en peligro crítico. El flujo sanguíneo aumenta de inmediato en el núcleo del cuerpo para mantener a una temperatura adecuada los órganos vitales, por lo que la sangre regresa al resto del cuerpo cargada de oxígeno. El cuerpo también envía urgentemente hormonas y enzimas al torrente sanguíneo. Como resultado, exponer tu cuerpo a tres minutos de frío extremo mejorará la calidad de la sangre, acelerará el metabolismo y te ayudará a desintoxicar y sanar tu cuerpo.
PRÁCTICAS ORIENTALES LLENAS DE CALIDEZ
Si pruebas las duchas de agua fría, el método Wim Hof o la crioterapia, te darás cuenta de que tu cuerpo aprenderá a aclimatarse al frío calentándose por sí solo. No obstante, las tradiciones y prácticas orientales siguientes también nos enseñan a mantener nuestro cuerpo caliente desde el interior.
1. Los principios de la comida ayurvédica para entrar en calor
La sabiduría ayurvédica aporta muy buenos consejos en lo referente a los efectos de la comida para refrescar el cuerpo o hacerlo entrar en calor. Por raro que parezca, estos efectos no tienen nada que ver con la temperatura de la comida en sí. La clave está en utilizar los ingredientes adecuados. Por ejemplo, comer brócoli, espinacas y alubias ayudará a tu cuerpo a mantener el calor. Otros alimentos que ayudan a entrar en calor son los tubérculos, como la zanahoria, el rábano y la patata, así como la fruta fresca, como la manzana, la naranja y el mango. Si estás deseando una bebida caliente y te apetece algo distinto al clásico café o té, prueba con una leche dorada ayurvédica.
2. CONVIERTE EL CEPILLADO EN SECO EN TU NUEVA RUTINA PARA LA MAÑANA
El cepillado en seco o garshana, también forma parte de la tradición ayurvédica. Solo tardarás entre tres y cinco minutos cada día, pero incorporarlo en tu rutina matutina revitalizará tu cuerpo y te hará sentir lleno de vitalidad y con fuerzas durante todo el día.
3. Practica yoga para producir calor desde el interior
Las bajas temperaturas pueden causar rigidez en los músculos, pero una buena sesión de yoga relajará tu cuerpo y reducirá la tensión de los músculos y las articulaciones. El yoga es bueno para la circulación sanguínea, estimula la energía y produce calor desde el interior. También te ayuda a descansar por la noche, un aspecto crucial para mantenerte en calor: todos conocemos esa sensación de frío que nos hace tiritar cuando estamos cansados. Empieza el día con buen pie con esta sesión de yoga, deja que la energía fluya y verás que tu cuerpo será mucho más capaz de hacer frente al frío.