En la cultura occidental, los masajes se suelen asociar con un capricho, con ir al spa o mimarse cada pocos meses. También se relacionan con el dolor y se ven como un recurso para arreglar un problema físico. No es algo que incorporemos en nuestra rutina diaria. No obstante, en Oriente, los masajes son una parte integral del cuidado personal para el cuerpo y la mente. Te mostramos cómo funciona y por qué debería convertirse en uno de tus hábitos diarios. El ayurveda se centra en la práctica frecuente de “abhyanga” o automasaje.
La clave del automasaje es la constancia: si probamos algo una sola vez, nunca tendremos la oportunidad de descubrir sus auténticos beneficios. Por ejemplo, cuando empezamos a ir al gimnasio, no vamos una sola vez y esperamos ver los resultados justo al día siguiente. Empezamos un programa de entrenamiento y somos conscientes de que hace falta tiempo para desarrollar la fuerza y ver los resultados.
EL PODER SANADOR CORPORAL DEL AUTOMASAJE: DISFRUTA DE LOS BENEFICIOS
Los estudios que corroboran los beneficios de los masajes no son pocos. Entre ellos, se encuentran, el alivio del dolor y las molestias musculares; la mejora de la digestión y la circulación; la capacidad de ayudar al cuerpo a desintoxicarse; la reducción del estrés y el aumento en el cuerpo de las sustancias químicas que te “hacen sentir bien”.
La revista Time Magazine citó a Tiffany Field, directora del Touch Research Institute en la Universidad de Miami en los EE. UU., diciendo “Los receptores sensoriales que se encuentran bajo la piel incrementan la actividad vagal cuando se estimulan”.
Esto hace referencia al nervio vago, una parte enorme de nuestro sistema nervioso que desempeña un papel importante en el ritmo cardíaco, la respiración y la digestión. Según el mismo artículo: “Una mayor actividad del nervio vago puede tener, entre otros beneficios, un efecto calmante similar al de la meditación, lo cual explicaría la disminución de los niveles de cortisol y otros síntomas relacionados con el estrés”.
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El equipo de Rituals ha probado el automasaje y, con una práctica regular, ha notado una mejor digestión, menos tensión en los músculos y una sensación más ligera y relajada a lo largo del día.
AUTOMASAJE: CÓMO HACERLO
Según The Chopra Center, la técnica es la siguiente:
- Utiliza aceite tibio. Siéntate o permanece de pie en una posición cómoda y empieza a aplicarte primero el aceite en la coronilla.
- A continuación, empieza a trabajar lentamente con movimientos circulares, dedicando un par de minutos a hacerte un masaje por todo el cuero cabelludo.
- A continuación, pasa al rostro, haciendo movimientos circulares por la frente, las sienes, las mejillas y la mandíbula. No te olvides de las orejas y los lóbulos, ya que contienen puntos de acupuntura y terminaciones nerviosas esenciales.
- Emplea pasadas largas en los brazos y las piernas, realizando movimientos circulares en las articulaciones del cuerpo. Realiza el masaje siempre en la dirección del corazón.
- Masajea el abdomen y el pecho con pasadas amplias y circulares, siguiendo las líneas naturales de los intestinos cuando pases por el estómago.
- Acaba el masaje dedicando como mínimo un par de minutos en los pies, que contienen terminaciones nerviosas muy importantes y puntos de reflexología que están correlacionados con los principales órganos del cuerpo.
- Si es posible, deja reposar el aceite unos 5-15 minutos y, a continuación, disfruta de un baño o una ducha caliente evitando enjabonar y frotar el cuerpo con fuerza.
AUTOMASAJE: UN VERDADERO ACTO DE AMOR PROPIO, AGRADECIMIENTO Y NUTRICIÓN
Si pruebas abhyanga y no lo dejas, verás que pronto estableces una conexión más cercana entre la mente y el cuerpo. La práctica se convierte en un acto de cuidado y amor propios. Es fácil olvidarse de nuestros cuerpos o, peor aún, criticarlos o tratarlos mal. Durante el automasaje, piensa en todas las razones por las que das gracias por tener el cuerpo que tienes. Muestra agradecimiento por el milagro de este cuerpo y cómo funciona, automática e infatigablemente, a nuestro servicio continuamente.
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Si practicas el automasaje diariamente, verás que tienes una mejor sintonía con tu cuerpo y entiendes más rápido lo que necesita para sentirse bien y sano. También notarás otros efectos como ganas de comer más sano y de ejercitarse de manera más intuitiva. Esta sencilla rutina puede tener un efecto muy amplio sobre la manera en que nos cuidamos. Disfruta del viaje.
Prueba el abhyanga con la mente abierta y con curiosidad. ¿Qué puede enseñarte esta sencilla rutina de automasajes? No tienes nada que perder, pero sí mucho que ganar. El cuerpo es tu templo y merece cariño y cuidados.
