Dormir bien es muy importante. Cuando dormimos, el cuerpo se recarga y se recupera de los estímulos diarios. Cuando nos pasamos la noche sin dormir, el cerebro se aturde. Pero puedes recargar fácilmente tu batería interior con una siesta. No solo mejora la productividad sino que también potencia el bienestar general. Mejora el aprendizaje y la memoria, previene el estrés, mejora el estado de ánimo, potencia la creatividad y la productividad, nos pone en alerta, e incluso ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Si te cuesta conciliar el sueño y dormir durante toda la noche, prueba esta siesta con meditación guiada. Olvídate de estar cansado y despiértate renovado.
Cuando se hace bien (porque no vale cualquier cosa), una siesta corta potencia el bienestar. Para dormirte lo más rápido posible, juega con la temperatura ambiente (15,6–19,4 °C es lo que funciona mejor), date una ducha tibia, practica un poco de yoga refrescante, prueba con un antifaz o escribe un diario. Sobre todo, evita las pantallas.
El mejor momento para dormir la siesta es entre las 13:00 y las 15:00. Una siesta en el momento equivocado del día o demasiado larga puede ser contraproducente, ya que influirá en el sueño por la noche. Además, puedes dormir la siesta en el sofá o en una silla cómoda en vez de en la cama. Si te acomodas demasiado, puede costarte más despertarte, y puedes acabar un poco aturdido. Si tienes algo de tiempo libre, túmbate o siéntate, cierra los ojos y escucha esta meditación guiada. Te despertarás lleno de energía y con ganas de comerte el mundo.