Desde mejorar las relaciones hasta estar más sanos, ser consciente de las cosas buenas que nos rodean tiene infinitos beneficios. Y esta es la ciencia que lo demuestra
No importa lo que hagas, lo más probable es que tengas un objetivo en la vida: ser feliz. Si alguien te preguntara ahora mismo qué aspecto tiene la felicidad, ¿qué responderías? ¿Se trataría de comprar por fin esa casa que tanto deseas? ¿O de lograr un ascenso en el trabajo? ¿De planear un viaje a las Maldivas para relajarte en la playa? ¿O se trataría de un recuerdo que te encanta? Muchas veces nos pasamos la vida mirando hacia el futuro, pensando que seremos felices cuando logremos X o Y, pero nos olvidamos de la opción de encontrar la felicidad en lo que ya tenemos. Hay infinitos estudios sobre el vínculo entre la gratitud y la felicidad. Estos son solo algunos de los resultados más indicativos:
La gratitud es capaz de…
Hacerte más feliz
Dos psicólogos realizaron un estudio en el que todos los participantes escribieron varias frases a la semana centrándose en temas específicos. En uno de los grupos, escribieron sobre las cosas que les habían pasado esa semana por las que se sentían agradecidos. El segundo grupo escribió lo que les había sacado de quicio y el tercero anotó las cosas que en general les habían afectado. Después de diez semanas, los resultados demostraron que el primer grupo era el que se sentía mejor y más optimista respecto a sus vidas.
Ampliar los límites del cerebro
La Universidad de Ciudad del Cabo hace poco ha realizado un estudio sobre la gratitud, en el que 1200 universitarios completaron un cuestionario. El estudio encontró una relación directa entre unos buenos resultados académicos y una puntuación alta en el test de gratitud.
Fortalecer las relaciones
En un estudio con parejas, los investigadores demostraron que las personas que dedicaban tiempo a expresar su gratitud a su pareja, tenían sentimientos más positivos hacia esa persona y se sentían más cómodos expresando lo que les preocupaba de la relación.
Mejorar tu estado de salud
Las personas con un mayor optimismo tenían un 30 % menos de riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca, según un estudio sobre las características psicológicas de unas 8000 personas en el Reino Unido.
¿Cómo funciona la gratitud?
Son unos resultados impresionantes, ¿pero cómo afecta la gratitud realmente a nuestros cerebros?
Tenemos una zona en el cerebro llamada sistema límbico, que es donde procesamos las emociones y la memoria. Hay partes de este sistema que se activan cuando notamos sensaciones de gratitud. La ciencia ha demostrado que practicar la gratitud permite a nuestros cerebros liberar serotonina y dopamina, químicos que nos hacen sentirnos bien y que pueden tener un impacto positivo en nuestro estado de ánimo, nuestra fuerza de voluntad y nuestra motivación.
De manera natural, nuestros cerebros tienen un sesgo negativo, lo que significa que somos más propensos a centrarnos en lo negativo que en lo positivo. Digamos que vas a tomarte un helado y accidentalmente manchas tu camiseta blanca de chocolate. Lo más probable es que vuelvas a casa por la mancha en vez de disfrutar del sabor del helado. Nunca vamos a poder cambiar el pasado, pero sí podemos modificar la manera en que pensamos en él. En el caso de la gratitud, no es necesariamente cierto que no se pueden enseñar trucos nuevos a un ‘perro viejo’. Si practicas la gratitud de manera frecuente, con el tiempo puedes entrenar al cerebro para que se centre en lo bueno en vez de en lo malo.
¿Qué hay que hacer para practicar la gratitud?
En primer lugar, vamos a determinar lo que no es la gratitud. Si estás inmerso en una relación que no te hace feliz o si tienes un trabajo del que no disfrutas, el objetivo no es aprender a aceptar lo que no te hace feliz. Se trata de centrarse en lo que de verdad te gusta y ser consciente de ello con más frecuencia.
Una gran manera de hacerlo es escribir esas cosas que te hacen feliz. Antes de irte a la cama, puedes escribir una lista de todas las cosas por las que te sientes afortunado, tener un diario de momentos positivos del día o incluso escribir cartas de agradecimiento a las personas que quieres. Si lo tuyo no son las palabras o crees que no tienes tiempo para ello, te hemos preparado un artículo con varias maneras en las que practicar la gratitud sin tener que coger papel ni boli. Puedes leerlo aquí.