El poder de la transformación: cómo cambiar tu vida

Apuesta por la conciencia y la autenticidad, pasa al siguiente nivel y descubre tu propósito en la vida.

Aunque puede que no nos guste reconocerlo, nuestra vida está repleta de hábitos. Ya sea lo que compras cada semana, el café que te tomas, dónde te colocas en el andén del metro o por dónde sales a correr, lo más probable es que pases gran parte de tu vida repitiendo las mismas acciones. Es algo totalmente normal. Pero, precisamente por eso, cuando quieres cambiar algo, no siempre resulta fácil. 

 

“Aprender cualquier hábito nuevo puede ser extremadamente difícil y que esos nuevos hábitos nos parezcan naturales requiere mucho tiempo. No hay que olvidar que todo cambio tiene cinco etapas: preconsideración, consideración, preparación, acción y mantenimiento, por lo que es importante que haya espacio para trabajar a fondo cada una de estas etapas “Cuanto más espacio puedas darte, menos probabilidades tendrás de volver a los antiguos patrones y hábitos”, explica la psicoterapeuta y escritora Tasha Bailey. 

 

El poder de la transformación es algo que los antiguos alquimistas se esforzaron mucho en lograr. A través de un proceso de purificación y eliminación de todo aquello que no les sirviera, los alquimistas creían que podían conectar con un propósito más alto y alterar su vida de forma determinante. Para que la transformación tuviera éxito, destacaron la necesidad de ser auténticos y honestos respecto a sus puntos fuertes y débiles así como sobre lo que realmente deseaban y temían. Algo que la experta en psicología positiva Ruth Cooper-Dickson todavía cree que es clave a la hora de hacer cambios. “Debemos saber qué o por qué queremos cambiar. Debe haber un motivo que de verdad te importe. La intención detrás del cambio es tan importante como realizar o no el propio cambio”, afirma.  

¿Qué quieres conseguir? 

Conectar con tu propósito con conciencia y autenticidad puede ayudarte a sentir una mayor afinidad con tus objetivos finales y ofrecerte la claridad y la voluntad necesarias para afrontar los cambios. Sin embargo, incluso una vez te hayas propuesto un objetivo, necesitas establecer unas pautas claras para alcanzarlo ya que, independientemente de lo motivado que estés, todo el mundo tiene días difíciles en los que resultará imposible seguir el plan. 

 

“Visualizar las cosas positivas que nos traerá ese cambio es algo fantástico y no debemos perder de vista nunca nuestro objetivo. Pero también tenemos que tener presente que cualquier cambio es un proceso que requiere compromiso y dedicación. Es importante crear una disciplina. En yoga nos referimos a esto como preparar “tapas”, aprovechar nuestra energía para alimentarnos y llenarnos de ese entusiasmo que nos anima a seguir. Yo lo veo como una forma de canalizar la energía hacia lo que queremos en nuestra vida, ya que la motivación dependerá de esas otras cosas que se llevan nuestra energía: las responsabilidades, el estrés y lo que necesitemos priorizar”, aconseja la doctora Alicia Ray, psicóloga y terapeuta de yoga. 

Centrarse en los momentos pequeños 

Dar pequeños pasos para evitar agobiarse y consolidar los nuevos comportamientos es algo clave. “Las investigaciones sobre neuroplasticidad y mindfulness indican que sí que es posible cambiar nuestros patrones de pensamiento y comportamientos. Si repetimos una y otra vez las mismas acciones, se puede, literalmente, volver a trazar nuestros caminos neuronales. Pero este proceso no es sencillo ni rápido”, continúa Alicia. 

 

Por eso, para tener éxito, debes trabajarlo día a día y, lamentablemente, la idea de que se necesitan 21 días para formar un nuevo hábito es solo un mito. “La media es de 66 días según un estudio realizado en 2009, pero se puede tardar entre 18 y 254 días dependiendo de la persona y de las repeticiones”, aclara Ruth. “Dividir en partes más pequeñas el objetivo que queremos alcanzar y centrarse en pequeños cambios graduales de un 1 % sobre los que ir avanzando hará menos probable que te acabes rindiendo. Además no dejes de recordarte por qué es importante y por qué lo estás haciendo. Puedes poner notas que te lo recuerden en el teléfono, en el frigorífico, en el espejo… ¡Cualquier cosa que te ayude!” 

 

“Recomendaría dedicar al menos 30 minutos diarios a trabajar el nuevo hábito u objetivo y luego reflexionar sobre lo que se ha hecho ese día para acercarnos al resultado final”, dice Dalila Salgueiro, coach de psicología positiva y fundadora de la aplicación Manifesting. "Si no hay inspiración, es importante revisar el objetivo y ser sincero, ya que la honestidad y la autenticidad nos ayudarán a abordar la causa de cualquier bloqueo interno"  

Celebra los éxitos 

Muchos de los profesionales también recomiendan la estrategia de combinar hábitos. “Se trata de crear nuevos hábitos a partir de los existentes. Gran parte de nuestro día a día se repite en el mismo contexto y normalmente lo hacemos sin pensar, por lo que tiene sentido aprovechar para introducir nuevos hábitos”, dice Ruth. Desde escuchar un podcast sobre cómo aumentar la confianza mientras te preparas para irte al trabajo hasta hacer algunos estiramientos mientras preparas el café de la mañana, piensa en qué te puede aportar los máximos resultados con el mínimo esfuerzo. 

 

Por último, establecer objetivos y recompensas es otra forma de seguir por el buen camino, ya sea para mejorar el nivel de salud y fitness, generar más confianza o probar algo nuevo. “A tu cerebro le encanta la dopamina, por lo que siempre es una buena idea celebrar mientras avanzas en el cambio”, recomienda Tasha. Elige lo que más te gusta: una clase de yoga, un paseo con tu perro, un poco de chocolate, una siesta… El cuidado personal te ayudará a mantenerte firme.  

 

¿Quieres descubrir cómo poner todo esto en práctica? A continuación te explicamos cómo mejorar de 5 maneras diferentes: 

 

1. Aprender a amar las mañanas 

Puede que no suene muy halagüeño, pero es bueno planificar las derrotas, dice Ruth: “Ten en cuenta que serás tu peor enemigo a la hora de establecer nuevos hábitos, porque al cerebro le encanta lo que ya conoce y hará todo lo posible para no exponerte al peligro de lo desconocido. Si tu objetivo es aprender a ser más productivo por las mañanas, prepara la ropa que te vas a poner al día siguiente la noche anterior, coloca el despertador en otra habitación o empieza a despertarte 10 minutos antes. Pasar de levantarse a las 8:00 a hacerlo a las 5:30 es una manera demasiado extrema de empezar”. 

 

2. Cambiar de empleo 

Si está buscando un nuevo trabajo o un cambio en tu carrera profesional, piensa en lo que no te gustaba del puesto anterior y saca a tu alquimista interior para gestionar tus miedos sobre el futuro. “Dedica tiempo a investigar: lee libros, asiste a talleres, habla con compañeros dentro de ese campo que puedan compartir sus conocimientos y ayudarte a evitar decepciones. Y en lugar de centrarte en si tienes o no el perfil adecuado para un puesto, reflexiona sobre si el nuevo trabajo o esa carrera profesional son adecuados para ti”, recomienda Tasha. Los pequeños logros, como conectar con 10 personas nuevas a través LinkedIn cada semana, solicitar dos empleos al mes o incluso simplemente actualizar tu currículum, garantizarán que no te alejes del objetivo final. 

 

3. Lograr un objetivo deportivo 

Tanto si se trata de correr 5 km como de completar una ruta de senderismo o competir en un torneo, lo importante es ser paciente y perseverar para lograr el resultado final. Si nunca has corrido antes, comprométete a dar un paseo varias veces a la semana para aumentar la resistencia. Usa una app para llevar un registro de tu progreso o comprométete a entrenar con otras personas para seguir por el buen camino. No dejes que los malos días te hagan tirar la toalla. “Es probable que consideremos cualquier recaída en los antiguos hábitos como un fracaso, pero lo cierto es que no es posible desandar lo andado. Si un día no lo logramos, simplemente tenemos que volver al siguiente con una nueva energía”, aconseja Alicia. 

 

4. Cambiar los hábitos alimenticios 

“Es normal tener días malos, así que tenlo en cuenta al elaborar tu plan para comer más sano”, admite Dalila. Si eliminas por completo el picoteo durante un mes, es muy poco probable que logres mantener el hábito a largo plazo, porque tu cuerpo y tu mente estarán cansados de tanta restricción y, además, puedes empezar a sentir rechazo por el objetivo mismo. Trucos como preparar tus snacks el día anterior mientras cocinas la cena o hacer una compra online semanal para que puedas planificarte bien con antelación también te ayudarán a seguir progresando. 

 

5. Tener más confianza 

Una buena parte de lo necesario para sentir más confianza en uno mismo es demostrarte que te quieres y reconocer lo mucho que vales. “Celebrar tus logros y lo que te ha llevado hasta donde estás es un buen punto de partida”, dice Dalila. “Escuchar podcasts sobre afirmaciones positivas, trabajar una mentalidad de crecimiento y dejar a un lado presiones externas también puede ayudar”. De nuevo, aquí entran en juego la autenticidad y ser consciente de tus necesidades específicas. Si logras conectar con esos dos aspectos, aprender a decir que no, identificar tus debilidades y ser lo suficientemente valiente como para salir de tu zona de confort, tus niveles de confianza pronto comenzarán a subir. 

 

Becci Vallis

Becci Vallis

Becci Vallis es periodista de salud y belleza desde hace 17 años y ha escrito para publicaciones como Grazia, Stylist, Cosmopolitan y Red. Apasionada de la sostenibilidad y de cómo la industria puede poner freno a la contaminación, cuando no está paseando a su perro o escribiendo artículos, puedes encontrarla boxeando, haciendo yoga o cocinando un festín vegetariano. El postre es una rutina diaria que nunca piensa abandonar.