Reducir el ritmo es posible: ve más despacio, mira a tu alrededor y vive el presente pese al ajetreo
Puede resultar irónico pero las Navidades, una época de amor, alegría y conexión, pueden ser una fuente de estrés e inquietud. Peor aún si eres una persona perfeccionista o si te preocupas por lo que piensan los demás, porque querrás asegurarte de que todo el mundo a tu alrededor también se lo pase genial. Por suerte, también puedes vivir esta época de otra manera. En vez de centrarte en gastarte una fortuna y socializar hasta la extenuación, puedes ver las Navidades como una oportunidad para pasártelo bien de maneras con más significado.
“Sacar tiempo para ti, para reducir el ritmo, cambiar la narrativa y decidir cómo quieres tú pasar las Navidades de verdad pueden ser actos transformadores”. También te permite estar más presente cuando pases tiempo con la familia y los amigos” afirma Gill Thackray, escritora y fundadora de Koru Development, que ofrece cursos para ayudarte a encontrar tu poder y aprovechar tu potencial.
Desde actividades para reconectar con tus seres queridos hasta tareas en solitario que nutren tu mente, tu cuerpo y tu alma, te damos 2 maneras de hacer que cada momento cuente…
1. “Power naps” o el poder de las siestas
Puede parecer un sacrilegio echarse una siesta cuando tienes invitados (o, peor aún, cuando eres tú el invitado), pero planificar un rato de descanso puede ayudarte a resetear cuando lo necesites. Los estudios demuestran que las horas entre las 13:00 y las 16:00 son las mejores para echar una cabezada, porque la bajada del ritmo circadiano que se produce en ese rato es más favorable al sueño. 20 minutos son suficientes para rendir al máximo cuando te despiertes.
2. Una búsqueda del tesoro
Aunque pasar tiempo con tus seres queridos es un tesoro en sí mismo, también puede ser una fuente de estrés. Por eso planificar algo divertido te permite conectar de una manera diferente. Las búsquedas del tesoro son una opción estupenda. Disponibles en localidades de todo el mundo, solo tienes que visitar mycityhunt y recibirás todo lo que necesitas en el teléfono. Una actividad para realizar a pie, estos juegos animan a cooperar, explorar lo que te rodea y aprender cosas nuevas. También es una manera estupenda de tomar un poco el aire.
3. Crea un nuevo hábito
A veces los horarios normales son imposibles de mantener durante las Navidades, pese a que los hábitos diarios nos ayudan a tener los pies en el suelo y evitan que nos agobiemos. “Mike Norton, profesor de Harvard, descubrió que las personas que tienen hábitos y rutinas tienen también un mayor nivel de positividad”, afirma Gill. “Puede ser cualquier cosa, desde tomarse un té por la mañana, pasar un rato rodeado de naturaleza para reconectar con la tierra o el hábito de dedicar un minuto a centrarte en tu respiración”. Una buena manera de implementar este consejo es con un calendario de adviento al que vincular esa práctica que te ayude a crear un hábito. Después de darte un paseo o tomarte un café, abre el calendario. Para cuando haya acabado la Navidad, esa nueva rutina será tan fácil como respirar.
4. Tapping
El tapping o EFT (técnica de liberación emocional) es una manera reconocida de gestionar la ansiedad y el estrés. “Te ayuda a recuperar el control en determinadas situaciones” explica Jennifer Soran Boon, coach de sabiduría interior y autora de Be the Change: A Healing and Empowering Handbook for Women. “Consiste en dar golpecitos en los meridianos de energía. Mi referencia es Brad Yates de YouTube porque tiene muchas técnicas que ayudan a gestionar el estrés en las Navidades.
5. Mirar una vela
La meditación es una manera increíble de relajarse pero no a todo el mundo le resulta natural ni cómodo, sobre todo si no se ha practicado antes. Según Aisling Rasekh, profesora de yoga y sanadora de energía, mirar una vela puede ser de gran ayuda en estos casos. “Mirar una vela es una manera preciosa de potenciar la meditación y pasar de lo interior a lo exterior. En vez de cerrar los ojos mientras meditas, los mantienes abiertos y te centras en la llama, que te ayuda a no distraerte con lo que pase a tu alrededor”.
“Puedes mirar una vela desde el sofá, en el suelo, en el escritorio o incluso en la alfombrilla de yoga”, señala. “Enciende una vela de una sola mecha, opta por una posición cómoda (a ser posible con la columna vertebral recta) y observa cómo se mueve y cambia la luz. También puedes conectar tu respiración con el parpadeo de la vela. Resulta muy hipnótico y te ayudará a sentir más presencia y focalización en muy poco tiempo”.
6. Haz las cosas de una en una
Hacer varias veces a la vez es la norma en esta época del año pero lo único que consigue es agotar tu energía en muy poco tiempo, tanto la física como la mental y, muchas veces, también la económica. Ya sea cocinar, envolver regalos, coordinar agendas o trabajar, es la manera más fácil de fomentar el estrés. Te animamos en su lugar a centrarte en una sola cosa, estar totalmente presente y verlo como una manera de cuidarse y no como señal de pereza. “Cuando prestas atención a lo que necesitas, tienes más reservas de energía y podrás emplearlas desde el cariño y no desde el resentimiento y la obligación porque estás llegando a tu límite”, señala Jennifer.
7. La calma está en tus manos
El tacto puede ayudarte a reconectar con tus sentidos y está demostrado que calma y relaja la mente y el cuerpo. Es algo que puedes hacer sin necesidad de nadie más. Aplícate una crema de manos con un masaje, centrándote en las articulaciones, entre los dedos y en los puntos de presión de las palmas. Date un masaje en la planta del pie con una pelota de tenis para aliviar la tirantez y tírate suavemente del pelo con una técnica de masaje ancestral que te permite mover el cuero cabelludo para reducir la tensión acumulada al instante.
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