Con las Navidades en pleno apogeo, prueba estas sencillas prácticas de gratitud para reflexionar sobre las cosas por las que sientes más agradecimiento. Seguro que también ayudan a reducir el estrés…
Las Navidades pueden ser una época maravillosa, llena de regalos, reuniones con seres queridos y momentos para reflexionar sobre el año que se acaba. Pero, aunque se supone que el ambiente es siempre festivo y alegre, esta época del año puede conllevar también altos niveles de estrés.
La presión de los regalos puede derivar en demasiados gastos, mientras que los excesos de la temporada se repiten una y otra vez mientras pasas tiempo en redes sociales o viendo la televisión, animándonos a comparar nuestras Navidades y tradiciones con las de los demás.
Si esto te suena demasiado, puede que haya llegado el momento de dedicar unos momentos a relajarse y volver a centrarse en lo importante. En medio de todo el resplandor navideño, es fácil dejarse llevar y olvidarse de apreciar de verdad las cosas buenas y positivas que ya tenemos. Tener una actitud llena de gratitud puede ser de gran ayuda.
“La gratitud es una habilidad muy importante porque nos ayuda a desarrollar un sentimiento de conexión, con los demás, con nosotros mismos y con cosas más grandes que nosotros” explica la doctora Avigail Lev, psicóloga clínica y fundadora de Bay Area CBT Centre. “Expresar nuestra gratitud mejora nuestra calidad de vida, nuestras relaciones y nuestro bienestar general”.
Desde las personas hasta las cosas materiales y las experiencias, ya sean pasadas, presentes o que esperamos que pasen en el futuro, hay muchas maneras para expresar y sentir gratitud. Como señala la doctora Lev, todas pueden ser útiles para fomentar la alegría, la paz y la satisfacción.
El doctor John Y. Lee, psicólogo clínico en Executive Mental Health, en California, concuerda con esta idea. “La gratitud va más allá de sencillamente adaptarse a las circunstancias”, afirma. “Es una apreciación llena de gratitud centrada en las cosas positivas que vivimos, desde los momentos y logros vitales más importantes, hasta los placeres más sencillos que podemos dar por sentados, además de la gente a la que apreciamos.
Durante las épocas ajetreadas o estresantes, o cuando nos sentimos abrumados o a punto de llegar a un punto límite, el doctor Lee afirma que practicar la gratitud puede ser una herramienta muy poderosa para ayudarnos a alcanzar un equilibrio más positivo entre la aceptación y la apreciación, para tomar las riendas de nuestra narración.
“Igual que pasa con muchos otros hábitos positivos, una práctica de la gratitud consciente puede ayudar a desarrollar una sensación de bienestar y valía” explica. “Algunos estudios indican que practicar la gratitud también puede reducir los niveles de estrés, mejorar la calidad del sueño y potenciar las relaciones al fomentar la empatía y el perdón”.
¿Se te ocurre una mejor época que esta para empezar a practicar la gratitud? Desde empezar a escribir un diario de gratitud hasta probar la centenaria práctica de la meditación tonglen, prueba estos tres consejos expertos para volver a centrar la mente, encontrar un equilibrio y reflexionar sobre las cosas por las que sientes más agradecimiento.
1. ESCRIBE UN DIARIO DE GRATITUD
Seguro que esto te suena, pero no nos cansamos de repetir lo poderoso y eficaz que es tener un diario de gratitud. El doctor Lee es también uno de los expertos que recomiendan esta práctica. “Cuando mis pacientes pasan por una época en la que muchas cosas quedan fuera de su control, se lo recomiendo como ejercicio diario”, afirma. “Escribir en el diario sobre la misma hora cada día ayuda a transformar la práctica en un hábito frecuente y coherente. Un buen momento para hacerlo puede ser antes de cenar, cuando el día está lo suficientemente avanzado como para identificar al menos una cosa que haya ocurrido durante la jornada y que nos inspire una sensación de gratitud”.
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2. UN INVENTARIO RÁPIDO DE GRATITUD
Este sencillo ejercicio se puede hacer en cualquier lugar, cuando te sientas abrumado, o incluso como una actividad en compañía de tu pareja o tus hijos. Funciona así: respira hondo unas cuantas veces si necesitas relajarte y luego menciona cinco cosas por las que estás agradecido en ese preciso momento. Reflexionar de esta manera puede ayudarnos a sentir más optimismo, confort y a apreciar las cosas y las personas presentes en nuestras vidas.
“Recuerda que puedes mostrar agradecimiento incluso por las cosas más pequeñas que ofrece la vida”, nos indica el doctor Lee. “Sentir agradecimiento por cosas que pueden parecer pequeñas, como tener tiempo para disfrutar de unas tortitas en el desayuno con tus hijos, puede parecer demasiado mundano, pero en realidad es un estupendo recordatorio de que no todo lo que importa tiene que ser muy profundo. Sentir agradecimiento por las pequeñas cosas puede prepararnos para estarlo también por las cosas más grandes”.
3. PRUEBA LA MEDITACIÓN TONGLEN
¿Necesitas ir un paso más allá? La doctora Lev recomienda la antigua práctica budista de la meditación tonglen, centrada en despertar la compasión. “Para reflexionar de manera más profunda o en los momentos de dificultad, la meditación tonglen puede ser un ejercicio muy eficiente para cultivar la gratitud y fomentar los sentimientos de conexión”, explica.
La meditación tonglen, que significa “enviar y recibir”, hace uso de la respiración para inspirar las cosas malas o el sufrimiento de los demás y exhalar las cosas buenas para enviar energía positiva. “Empatizar con las dificultades de los demás nos ayuda a cultivar una mayor apreciación de las cosas buenas que nos rodean, para fomentar una sensación de gratitud”, afirma la doctora Lev. “Además, practicar la meditación tonglen nos conecta con nuestra humanidad compartida, fomentando la interconexión y la compasión hacia todos los seres vivos”.
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