Todos nos sentimos heridos por las acciones o palabras de otras personas en algún momento de nuestras vidas. Un amigo que comparte algo que le dijiste en confianza, una suegra que critica cómo crías a tu hijo, una pareja que te engaña, un jefe que se atribuye el mérito de tu trabajo… Estas heridas emocionales pueden dejarte con una sensación persistente de ira, amargura, resentimiento e incluso ganas de venganza. La ira puede ser satisfactoria durante un tiempo, pero, si no practicas el perdón, es posible que seas tú quien salga más perjudicado. Al abrazar el perdón, también puedes alcanzar la paz, la esperanza, la gratitud y la alegría. Pero perdonar a alguien o a uno mismo, como tantas cosas en la vida, es más fácil de decir que de hacer. Explora todos los beneficios que tiene el perdón para la salud y descubre cómo puedes adentrarte en el camino del bienestar físico, emocional y espiritual.
¿En qué consiste el perdón?
Antes de profundizar en la manera de perdonar, vamos a dar un paso atrás y profundizar en el significado auténtico del perdón. Definirlo no resulta fácil, ya que el perdón significa una cosa diferente para cada persona. En términos generales, el perdón implica la decisión de dejar de lado el resentimiento y toda idea de venganza. El perdón se suele definir como un proceso interno, individual y voluntario de dejar a un lado los sentimientos y pensamientos de resentimiento, amargura, ira y la necesidad de venganza hacia alguien que creemos que nos ha hecho daño, incluso si somos nosotros mismos. Según Margit Nooteboom, psicóloga de Open Up, el proceso de perdonar puede llevar un tiempo y un esfuerzo considerables. A pesar de la posible lucha interna que conlleva, el perdón puede ser un cambio positivo para ti, para la persona que te ha herido y para quienes te rodean. Puede ayudarte a recuperar la autoestima y, cuando demuestras tu bondad hacia la persona que te ha herido, a cambiar la percepción que tienes de ti mismo.
Las palabras o los actos que te hirieron u ofendieron pueden acompañarte durante el resto de tu vida, pero el perdón puede disminuir el peso que tienen sobre ti y liberarte del control de la persona que te ha herido. ¿El resultado de perdonar a alguien de manera genuina? Comprender, empatizar y sentir compasión por la persona que te haya ofendido. Después de leer esto seguro que estás deseando empezar a perdonar. Pero antes, ten en cuenta esta idea: el perdón no significa olvidar o excusar el daño que te han hecho ni reconciliarte con la persona responsable. El perdón te aporta la paz que te permite seguir adelante con tu vida.
Michael McCullough, psicólogo y escritor del libro Beyond Revenge: The Evolution of the Forgiveness Instinct, sostiene que la clave para lograr un mundo más benévolo y menos vengativo es comprender las fuerzas evolutivas que han dado lugar a estos instintos tan humanos y las fuerzas sociales que los activan en nuestra mente en la actualidad. Según él, nuestra capacidad de perdonar es una parte de la naturaleza humana que ha evolucionado con la selección natural y, según la ciencia evolutiva, se ha desarrollado de la misma manera que nuestra tendencia a la venganza. Tanto el perdón como la venganza son instintos sociales que ayudaron a los primeros humanos a resolver muchos problemas. Por ejemplo, compartir frutas o cazar un ciervo extra como muestra de perdón. O prender fuego a una aldea como expresión de venganza, algo que afortunadamente resultaría excesivo hoy en día.
Pese a que ambos son aspectos clave de la naturaleza humana, estas capacidades pueden alterarse y podemos hacer del mundo un lugar más benévolo y menos vengativo. Ahora que entendemos mejor la esencia del perdón, vamos a ver cuáles son sus beneficios.
Los beneficios
La principal pregunta sigue siendo si merece la pena. Dejar a un lado los rencores y la amargura puede traducirse en una salud mejor y una mayor paz mental. Cuando alguien nos decepciona, nos sentimos heridos en lo más profundo del corazón. No es que nos duela literalmente, pero estas emociones tan negativas pueden repercutir sobre la salud. El perdón, sin embargo, es muy bueno para el corazón.
Un estudio de 2017 de Annals of Behavioral Medicine fue el primero que asoció el perdón con un menor nivel de estrés y una mejor salud mental. Para dicho estudio, se reunieron dos grupos de prueba: al grupo A no se le permitió perdonar, mientras que a las personas del grupo B se las animó a perdonarse a sí mismas y a los demás. El grupo que no perdonó experimentó una presión arterial más alta, síntomas de depresión, niveles más altos de tensión en los músculos oculares y una frecuencia cardíaca más alta.
Además, otro estudio publicado en Positive Psychology demostró que el perdón tiene un impacto aún mayor en el bienestar general. Los psicólogos descubrieron que fomenta las ideas y las relaciones positivas, reduce la ansiedad, fortalece la espiritualidad, aumenta la autoestima y, además, crea una mayor capacidad para la gestión de conflictos y para lidiar con el estrés.
En definitiva, el perdón es bueno para el cuerpo, para las relaciones, la mente y tu lugar en el mundo como ser humano. Creemos que todo ello es suficiente como para convencer prácticamente a todo el mundo para dejar de lado la ira y trabajar en el perdón. ¿Te interesa? Fantástico. Ahora veamos cómo perdonar.
El método REACH
Después de mucho investigar, hemos descubierto el método REACH, un modelo en cinco pasos para facilitar el perdón. Quien está detrás de esta práctica herramienta es Everett Worthington Jr., psicólogo clínico y profesor de psicología en la Virginia Commonwealth University. Pionero en la investigación del perdón, ha escrito más de 30 libros sobre temas como perdonar a los demás, perdonarse a uno mismo, la fuerza y la psicología del carácter.
La técnica del perdón en cinco pasos de Worthington se llama REACH. Un acrónimo que en inglés hace referencia a:
R- Recordar el daño
E- Empatizar con la persona que te ha hecho daño
A- Regalar tu perdón
C-Comprometerse con el perdón
H- Mantener el perdón
Vamos a profundizar en cada paso para que puedas practicar el método activamente y disfrutar de sus beneficios para la salud. Aquí tienes la guía de Everett Worthington Jr. para perdonar…
Paso 1: Recuerda el daño. Cuando nos hacen daño, sentir miedo o ira es algo natural. Cuando te encuentres con la persona que te ha hecho daño, tanto en persona como en tu cabeza, puedes notar que te tensas, te metes en tu caparazón y lo atacas en tu imaginación. Para sanar, tienes que aceptar el hecho de que te han herido. Toma la decisión consciente de no ser desagradable ni hacerle daño, de no caer en el victimismo y de no tratar mal a la otra persona. En su lugar, decide perdonar y toma la decisión de no buscar venganza, sino de tratar a la otra persona con elegancia.
Paso 2: Empatiza con la persona que te ha hecho daño. Explica qué te ha hecho daño, no desde tu perspectiva, sino desde la del otro. De hecho, la empatía consiste en ponerte en la perspectiva de la otra persona. Pregúntate por qué ha cruzado alguna línea roja. Imagínate que la otra persona está sentada enfrente de ti. Háblale con sinceridad y honestidad. Cuando hayas dicho todo lo que tengas que decir, ponte en su lugar. Habla con tu yo imaginario de una manera que te ayude a ver por qué la otra persona puede haber actuado de esa manera. Este ejercicio fomenta la empatía e, incluso si no logras empatizar, puedes sentir una mayor simpatía, compasión o amor, lo que te ayudará a sanar.
Paso 3: Regala tu perdón. Recuerda una ocasión en la que tú hayas tratado mal a alguien, a tus padres, a un profesor, a un amigo… Y piensa en la persona que te perdonó. Seguro que después te sentiste más ligero y libre. ¿Cómo funciona? Cuando piensas en el perdón como en un acto desinteresado, como un regalo altruista, te sentirás agradecido por recibirlo y por poder regalarlo. Hacer ese regalo nos hace sentir mejor. Como dicen, la clave para ser feliz toda la vida es ayudar a los demás. Un regalo es algo que se da para ayudar a la otra persona. Regala tu perdón a la persona que te ha herido por su propio bien. A cambio, puedes recibir otro regalo: tu paz interior.
Paso 4: Comprométete. Una vez perdonado, escríbete una nota. Puede ser algo tan sencillo como: “Hoy he perdonado a [el nombre de la persona] por hacerme daño”. Este acto te ayudará a que el perdón dure.
¿Quieres ir un paso más allá? Perdona a esa persona públicamente para que no puedas echarte atrás más adelante. Para ese compromiso público puedes anunciar tu intención en un grupo al que perteneces, puedes escribir un “certificado de perdón” con una fecha específica, escribir una carta de perdón a esa persona y leerla en voz alta, o contarle a un amigo de confianza que has decidido perdonar.
Paso 5: Mantén ese perdón. Los recuerdos de eventos dañinos pueden volver a visitarnos incluso después de perdonar. Con suerte, los recuerdos no serán tan emotivos ni molestos como lo eran antes de perdonar. Si es necesario, vuelve a leer las notas que te escribiste en su momento, porque puede que dudes de haber perdonado de verdad. Es un recordatorio de que sí que lo hiciste.
Las 4 R para perdonarse a uno mismo
Ahora que sabes cómo perdonar a los demás, Margit Nooteboom nos cuenta cómo podemos perdonarnos a nosotros mismos. Margit nos dice que “perdonarse a uno mismo significa que aceptas tu comportamiento, lo que sucedió y que estás dispuesto a dejarlo atrás y seguir adelante con tu vida sin preocuparte por cosas pasadas que no se pueden cambiar. Cuando se trata de perdonarse a uno mismo, las 4 R pueden ayudarte mucho”.
Responsabilidad
En este paso, aceptas la responsabilidad por tus acciones. Así, puedes gestionar las emociones negativas, como los remordimientos y la culpa.
Remordimientos
Es normal arrepentirse por tus acciones o tu comportamiento. Siempre que esa sensación de culpa o arrepentimiento no resulte dañina, puedes reflexionar sobre las consecuencias de tu comportamiento.
Reparación
Encuentra las maneras adecuadas para compensar esa acción negativa. Puede ser a través de una carta, con un ramo de flores o con una llamada de teléfono.
Renovación
Reflexiona sobre las lecciones que puedes aprender de esta experiencia y cómo puedes crecer como persona.