Desde plantas que llenan el aire de oxígeno, hasta un lugar secreto para cultivar tus verduras o respirar hondo y calmarte, los espacios verdes están alcanzando nuevas cotas en las ciudades y áreas urbanizadas gracias a la moda de los jardines en las azoteas.
Para aquellos que viven en ciudades, la importancia de tener un espacio verde cerca ha quedado patente durante los confinamientos de los últimos dieciocho meses. Desde Londres a Nueva York, los parques y jardines públicos han ofrecido un preciado respiro de la jungla de cemento de las carreteras, tiendas y bloques de oficinas que forman la escena típica de la ciudad. Pero mientras que en zonas edificadas como estas suele haber poco espacio para las plantas, cada vez miramos más hacia arriba para encontrarlo.
Los hoteles y bares suelen estar a la vanguardia en lo que respecta a los jardines en las azoteas, pero los edificios de oficinas y los complejos de apartamentos de gran altura están aprovechando también los beneficios de usar el espacio en la azotea. En Singapur, donde la tierra de cultivo escasea, la jardinería en azoteas se ha transformado incluso en agricultura sostenible en azoteas, con hierbas y verduras que se cultivan a nivel del cielo para las comunidades de alrededor.
Desde mejorar la salud mental hasta unir a las comunidades y ayudar a combatir la contaminación, los jardines en las alturas dan muchos y variados frutos. ¿Preparado para mancharte las manos? Sigue leyendo para conocer los muchos beneficios de los jardines en las azoteas
Ayudan a purificar el aire
Todas las ciudades del mundo se enfrentan al mismo desafío: mantener unos buenos niveles de calidad del aire a pesar de las altas tasas de contaminación y el aumento de los niveles de CO2. Plantar más árboles y arbustos en las azoteas puede resultar clave, ya que se encargarán de transformar parte de ese CO2 en oxígeno fresco. Los jardines en las azoteas también pueden ayudar con el aislamiento, para que se escape menos calor por la parte superior del edificio y que los residentes reduzcan tanto la factura de la calefacción como el uso de energía.
Un espacio para la naturaleza
Un jardín bien planificado puede convertirse rápidamente en un refugio para abejas, mariposas y pájaros, lo que ayuda a mantener activo ese ciclo de polinización, esencial para un tercio de los alimentos que comemos en todo el mundo. La pérdida del hábitat natural es una amenaza clave para la vida silvestre, por lo que la construcción de un jardín donde puedan descansar, anidar y alimentarse ayudará a estas criaturas a prosperar. ¿Te apetece probar con la apicultura? Lee nuestra guía para principiantes.
Puedes cultivar tu propia comida
Tomates, guisantes, pepinos, fresas… Sigue los consejos del jardinero guerrillero Ron Finley y crea un bosque de alimentos en el espacio que tengas disponible. Sembrar y cultivar tu propia comida no solo es un pasatiempo muy terapéutico, sino que también te ahorrará dinero a largo plazo, tendrás un fácil acceso a alimentos sanos cuando quieras y disfrutarás de la satisfacción de vivir de forma más sostenible e independiente.
Fomenta las actividades comunitarias
Finley comenzó plantando un jardín comunitario en la parte sur de Los Ángeles con un grupo de voluntarios (L.A Green Grounds) y ahora ha creado docenas más en toda la ciudad y sus alrededores, sin dejar de inspirar y educar a millones de jardineros guerrilleros en todo el mundo. En su charla TED, el jardinero describe la forma mágica en que un proyecto de jardinería puede unir a las personas. “He sido testigo de cómo mi jardín se ha convertido en una herramienta para la educación y la transformación de mi vecindario”, dice. “Para cambiar la comunidad, hay que cambiar la composición del suelo. Nosotros somos ese suelo. La repercusión que tiene en los niños es increíble. La jardinería es el acto más terapéutico y desafiante que puedes realizar, especialmente en el centro de la ciudad”. Tanto si estás planeando comenzar a cultivar en la azotea de tu edificio como en un bloque de oficinas, conviértelo en un evento social invitando a otros a unirse para disfrutar de una experiencia comunitaria enriquecedora.
Mejora la salud mental
Todos sabemos que dedicar unos momentos cada día a disfrutar de la belleza de la naturaleza puede ser un bueno para el cuerpo, la mente y el alma. La práctica del shinrin-yoku practice japonés, también conocido como baño en el bosque, está respaldado por una gran cantidad de investigaciones científicas. En 2019, un estudio determinó que pasar al menos 120 minutos por semana en la naturaleza (o solo 17 minutos al día) puede tener un impacto positivo en nuestra salud y bienestar general, mientras que otros investigadores han relacionado la exposición regular a la naturaleza con un mejor sueño y menos estrés, además de una reducción de los sentimientos y emociones negativos. Si lo sumamos a los beneficios mindful de la jardinería, tenemos aún más razones para comenzar a planificar ese paraíso en la azotea.
¿Quieres más trucos? Lee nuestra guía para crear un jardín con alma (por muy pequeño que sea).