Los beneficios de la meditación son innegables: reduce el estrés, ayuda a mejorar la percepción que tenemos de nosotros mismos e incluso nos ofrece mejores noches de descanso. Cuanto antes introduzcas la meditación en tu vida, más posibilidades habrá de que se convierta en una rutina durante los siguientes años. La adolescente Stella Blu McFall nos cuenta cómo empezó a practicarlo ella, qué le hace feliz y lo más importante, qué te enseña la meditación.
Primero, háblanos un poco sobre ti… ¿Quién eres, qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Me llamo Stella Blu McFall. Tengo 15 años y vivo en Ámsterdam.
Me gusta hacer vida social y pasar tiempo con mis amigos pero también valoro mucho el tiempo que me dedico a mí misma y aprender a sentirme cómoda yo sola. Me encanta bailar, cantar y las cosas artísticas y creativas. Me gustan las clases de arte en el colegio y también las de historia.
¿Cómo descubriste la meditación? ¿Qué te aporta?
Fue principalmente a través de mis padres, porque crecí en un entorno bastante espiritual. Les veía meditar con frecuencia y al final empecé a hacerlo yo también. Fui a algunas clases de yoga y de meditación y me encantaron así que seguí con ellas.
Algo con lo que la meditación me ayudó mucho fue cuando me mudé a Ámsterdam desde los Estados Unidos, a la hora de aprender a dejar cosas atrás y a establecer nuevas conexiones. Me enseñó a conectar conmigo misma, a dejar atrás ciertos sentimientos y a aceptar otros nuevos. Creo que me ha ayudado a crecer.
La meditación no consiste solo en mirarte en un espejo. Notas partes de ti misma que no sabías que tenías o te adentras en partes desconocidas de ti.
¿Qué puede aportar la meditación a otros jóvenes de tu edad?
Nunca oigo a mis amigos decir «Vale, me voy a meditar un rato». Pero creo que se podría convertir en algo muy popular. Es algo importante, dedicar tiempo a uno mismo. Puedes tener objetivos distintos, pero lo más importante es entenderte a ti mismo y conectar con tu interior. Puedes estar pensando cosas que no llegas a entender o estar confundido por los cambios que se producen en tu vida. No importa lo que sientas, es un momento estupendo en el que pararse a reflexionar.
¿Además de la meditación, qué más te hace feliz?
Me encanta estar con gente que me hace reír, pasar tiempo con mis amigos o mi familia. Y bailar. Para mí es como meditar, algo con lo que conectas de inmediato. Es lo mismo que conocerte o superar tus límites o ver cuánto puedes hacer o hasta dónde puedes llegar y el impacto que tienes sobre lo que haces.
Si eres una persona creativa, necesitas una mayor disciplina, pero la gente que ya tiene una disciplina fuerte puede beneficiarse de la creatividad, escribir poesía o algo parecido. Me encanta pintar y el arte, porque es otra manera de salir de mi “yo” estándar, otra manera de entrar en un estado mental más artístico y espiritual. Todo lo que hacemos necesita estar equilibrado.
¿Te ha inspirado? Aquí tienes la primera sesión de meditación de Stella.
Esta entrevista se ha editado por motivos de claridad y brevedad.