La gratitud fomenta nuestro bienestar de muchas maneras. Pero, ¿cómo podemos fomentar una actitud de agradecimiento? Ya sea apreciar la sensación del sol sobre la piel, disfrutar del té de la mañana o darse cuenta del milagro que supone la respiración, este ejercicio guiado de nuestra experta Deborah Quibell te ayudará a ser más consciente de las pequeñas alegrías que a menudo damos por sentadas.
La apreciación y el agradecimiento van más allá de los buenos modales que nos enseñaron de niños. La gratitud es una poderosa forma de cuidado personal. Se trata de un ejercicio sencillo que repercute de manera positiva sobre el cuerpo, la mente y el alma al instante.
Las investigaciones científicas demuestran una y otra vez que existe un fuerte vínculo entre la gratitud y la felicidad. Al invocar pensamientos y sensaciones positivas, la gratitud nos ayuda también a alejar emociones tóxicas como la envidia, la frustración o la ira. A nivel físico, practicar la gratitud reduce los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés, y fomenta hábitos sanos como el ejercicio y la dieta equilibrada. Además, practicar la gratitud se ha vinculado también con una mejor calidad del sueño.
En última instancia, vivir con una actitud de agradecimiento nos hace más felices y sanos. Aprovecha todo el poder de la gratitud con esta meditación guiada.