El verano es la estación del amor, las vacaciones, el calor, los planes maravillosos y un sinfín de expectativas para vivir la vida al máximo. ¿Pero qué pasa si no se materializan? Puede que no tengas todo el dinero necesario para hacer realidad tus planes, te falte energía o simplemente no te apetezca que tus días estén llenos de un plan tras otro. Eso no significa que no puedas tener un verano fantástico, sino que puedes adaptar tus planes a tus necesidades y tu estilo de vida, sin una agenda a rebosar ni compromisos innecesarios.
“Desde hace varias generaciones ponemos un gran énfasis en el verano, principalmente porque después del (frío y oscuro) invierno, el buen tiempo nos ofrece la oportunidad de rejuvenecer y divertirnos, con días más largos, cielos azules y soleados y unas temperaturas cálidas”, explica Denise Lordache, hipnoterapeuta cognitiva conductual en joyspacetherapy.com. “Desde una perspectiva social, el verano es la temporada de las vacaciones largas y el momento en el que nos alejamos del trabajo durante más tiempo. Debido a todo ello, hemos vinculado esa época con una expectativa de felicidad y éxito y no paramos de pensar en lo felices que seremos cuando estemos de vacaciones. Como consecuencia, hemos creado unos ideales poco realistas que, en cuanto no se cumplen, nos llenan de tristeza e incluso nos enfadan”.
La buena noticia es que dejar ir esas expectativas sobre lo que deberías o no deberías hacer cuando llega el verano y aceptar que puede ser simplemente una época como otra cualquiera, te permite vivir sin estrés ni ansiedad cada vez que alguien menciona sus planes para las vacaciones. Te mostramos cómo crear una serie de herramientas para llenarte de gratitud y plenitud, tanto si te vas de vacaciones como si no.
Desconecta de las redes sociales
Superar el denominado FOMO, o miedo a perderse algo, es el primer paso para lograr un verano con alma. Pero sabemos que es más fácil de decir que de hacer, especialmente cuando las redes sociales nos bombardean con imágenes de playas, barbacoas y copas en la azotea. “Ese miedo a perderse algo está directamente relacionado con las redes sociales y los escenarios perfectos y utópicos que nos muestran. Pero una vez nos damos cuenta de que estamos metidos en un círculo vicioso de comparaciones, podemos empezar a minimizar nuestra exposición a esas plataformas”, continúa Denise.
Intenta borrar las aplicaciones durante el verano o solo mirarlas durante momentos concretos del día. Silencia algunas cuentas si sabes que tienden a publicar mucho cuando están de vacaciones (puedes volver a activarlas cuando acabe el verano) y recuerda que lo que ves no siempre es la realidad.
Dedica tiempo a apreciar lo que te rodea. “Está demostrado que necesitamos mirar hacia nuestro interior en vez de hacia el exterior y prestarnos atención a nosotros mismos para lograr ser felices”, dice Denise. “La gratitud es un factor clave, así que echa un vistazo a tu alrededor y señala los momentos del día por los que estás agradecido y que tiendes a pasar por alto”.
Pequeño pero sostenible
En vez de irte de vacaciones durante una quincena entera, crea una lista de propósitos, con pequeños momentos que sabes que puedes disfrutar. “Si te cuesta gestionar las decepciones o las comparaciones, modera tus expectativas y haz cosas que están 100 % disponibles para ti”, sugiere Jodie Cariss, terapeuta y fundadora de Self Space. “Como ir a un restaurante que siempre te ha llamado la atención, regalarte un masaje o hacer una excursión de un día. Planear pequeñas actividades que te gusten te permitirá ilusionarte de una manera mucho más sostenible y de igual modo te ofrecerá grandes momentos”.
Diversifica tu agenda
No tienes por qué irte de vacaciones durante semanas enteras. Los fines de semana largos te permiten irte a la playa el viernes y descansar el lunes después de un par de días intensos, para disfrutar de lo mejor del verano. También es una buena estrategia si eres freelancer, porque te permite descansar y disfrutar sin tener que perder demasiados ingresos. “Puede que requiera una mayor planificación que los que tienen un trabajo fijo, pero los trabajadores autónomos también pueden disfrutar de vacaciones y tiempo de desconexión”, afirma Denise.
Además de los días sueltos, hay otras maneras para disfrutar del tiempo al máximo. Quizá puedes aprovechar el frescor de la mañana y empezar a trabajar antes, para tener más tiempo para almorzar con los amigos o tomarte la tarde libre. Pero tampoco tengas miedo a reservarte más tiempo para ti. “Durante las vacaciones, cambio mi sistema de reservas para que sea más limitado, aviso a los clientes activos para decirles cuándo estoy disponible (normalmente busco tiempo por las mañanas) y luego reservo tiempo para no trabajar”, comenta Emma Cossey, fundadora de freelancelifestyle.co.uk. “También programo la publicación de contenido preparado con antelación y algo que no creo que todos los freelancers hagan es hablar con el cliente, decirle que me encantaría trabajar con él en septiembre, cuando tengo disponibilidad, y preguntarle si confirmamos desde ya cuándo lo haremos. No siempre tienes que estar disponible de manera inmediata”.
Evita un exceso de compromisos
Otro efecto secundario del verano es intentar hacer de todo y decir que sí a cualquier cosa que te propongan. El resultado es que llegas al otoño cansadísimo en vez de relajado. Denise nos recomienda responder a estas tres preguntas antes de aceptar un compromiso:
- ¿Tengo la energía necesaria para este evento/ocasión y me aportará alegría?
- ¿Tengo los recursos necesarios? También tienes que tener en cuenta el presupuesto, porque los planes extra pueden suponer un gasto excesivo.
- ¿Tengo tiempo para ello? Si sientes que te faltará tiempo, no podrás disfrutarlo de verdad ni vivir el momento.
Puede que no resulte fácil, pero decir que no a determinadas invitaciones te ofrecerá la energía y el dinero necesarios para decir que sí a lo que de verdad quieres y que de verdad te aporta algo. Deja también huecos para disfrutar de tiempo en solitario. Date un paseo al atardecer, almuerza en el exterior o termina el día pronto con un buen rato de lectura.
Habla sobre ello
No pasa nada si te sientes decepcionado porque el verano no cumple con todas tus expectativas. Pero, en vez de guardarte para ti esa sensación, habla abiertamente sobre ella. “Habla sobre tu sensación de decepción o envidia con los demás, no la ocultes. Habla sobre cómo te sientes y por lo que estás pasando con tus seres queridos”, recomienda Jodie. Nunca se sabe, puede que ellos estén en la misma situación y podáis organizar algo juntos.
Al crear un equilibrio y encontrar lo que funciona para ti, cualquier época del año, no solo el verano, te resultará ideal para ser espontáneo, vivir de manera auténtica y sentirte como nuevo cuando acabe el buen tiempo.