¿Quieres manifestar tu gratitud pero no tienes tiempo de escribir un diario? Te damos 5 maneras científicamente probadas de activarla en tu día a día.
La gratitud es un catalizador emocional para activar la alegría, la felicidad y la compasión en nuestra vida. Pero en el día a día es fácil olvidarse de ella mientras intentamos encontrar un equilibrio entre vida personal, laboral y social. Sin embargo, la gratitud tiene la capacidad de potenciar nuestro bienestar de más de una manera.
Se ha demostrado que la gratitud mejora nuestra autoestima y la percepción que tenemos de nosotros mismos. También se ha demostrado una y otra vez que, al practicar la gratitud, las personas tenemos más probabilidades de tener éxito en la vida (como puedes leer en el libro The Happiness Advantage: How a Positive Brain Fuels Success in Work and Life de Shawn Achor). La gratitud te ayuda a sentirte más feliz, además de reducir la tensión sanguínea y la inflamación.
Con todos estos datos, es normal que te empieces a interesar en cómo practicarla. La manera más popular y anunciada es a través del journaling, la escritura de un diario, una actividad que es muy útil a la hora de manifestar tu gratitud. Sin embargo, no todos tenemos tiempo de escribir nuestras ideas y sentimientos, ni la inspiración diaria necesaria. En vez de decirte que empieces un diario, te damos 5 alternativas científicamente probadas que activan tu gratitud y te ayudan a vivir una vida plena.
1. Despierta la gratitud con la música
Existen pruebas científicas de que la música puede influir sobre los recuerdos. Para introducirnos en la práctica de la gratitud, primero necesitamos experimentar los recuerdos por los que estamos agradecidos. Revivir esos recuerdos es más potente y solo la idea de una canción que te gusta puede aumentar los niveles de dopamina en el cerebro. Un estudio ha concluido que las canciones que escuchamos entre los 12 y los 22 años tienen el mayor impacto a la hora de encender la gratitud y crear recuerdos que duren para siempre. Dedica un poco de tiempo a crear tu playlist de gratitud y emprende un viaje por tus recuerdos para activar la gratitud con un punto de nostalgia.
2. Memoria colectiva
El #photodump, esa tendencia a publicar multitud de fotos a la vez, no es solo una moda millennial sino que también puede ayudar a desencadenar una sensación de gratitud. Se parece a los carruseles de fotos de Instagram. Al contrario que las fotos perfectamente editadas que a menudo se comparten online, los photo dumps son una colección aleatoria de recuerdos seleccionada por el usuario y que se centra en algo por lo que estamos agradecidos. Por ejemplo, puede incluir el delicioso melocotón que te has comido esta mañana, un precioso paisaje de otoño o tu gato mientras se echa una siesta. Puede resultar divertido realizar una publicación de este tipo al mes, para que, al final del año, tengas 12 álbumes de recuerdos por los que sientas gratitud. Un estudio ha vinculado el uso de Instagram con una mayor sensación de gratitud, así que te animamos a publicar ese photo dump y ver cómo te hace sentir.
3. El poder de los post-its
Escribir notas de gratitud para ti puede tener un efecto positivo a lo largo del día si se escriben por la mañana, según un estudio centrado en la gratitud. Piensa en las zonas de tu casa por las que más pasas, como el espejo del baño, la mesita de noche o el frigorífico y dedica unos minutos a escribirte una nota. Deben ser cortas y concretas y una manera de celebrarte.
Para empezar, piensa en un rasgo de tu personalidad que te guste. O, mejor aún, puedes pedir a tus amigos y tu familia que te describan con tres palabras positivas. Coge un post-it y pégalo en algún lugar especial para recordarte lo estupendo que eres. También puedes escribir una nota para un ser querido, colocarla en un sitio donde sabes que la va a ver y compartir esa sensación de gratitud.
4. Compra de manera local
Después de la pandemia nos hemos convertido en unos adictos a las compras online, desde ropa hasta alimentos y regalos. Sin embargo, una vez pasada la tormenta, las tiendas, los restaurantes y los mercados de barrio volvieron a abrir sus puertas y nos dimos cuenta de lo agradecidos que estamos por tenerles siempre cerca. Comprar de manera local y de temporada, especialmente cuando hablamos de productos frescos como frutas, verduras, carne y pescado es muy importante, no solo porque es mejor para el planeta, también porque es más nutritivo. Además, también es una manera de mostrar tu agradecimiento a la gente de tu alrededor que se encarga de que tengas alimentos, lo que tiene beneficios importantes para nuestro bienestar. La próxima vez que te plantees comprar en un gran supermercado, evita las colas y apuesta por el frutero de la esquina para hacer tus compras.
5. Mood Board
Visualizar lo que quieres puede desencadenar una mayor inspiración para formular tus objetivos, además de recordarte por qué sientes agradecimiento [Link to: https://www.berkeleywellbeing.com/emotion.html]. Si eres una persona visual, coge unas revistas y libros que ya no uses o incluso dibuja lo que te hace feliz y lo que quieres visualizar para tu futuro. Esta sencilla práctica puede parecer algo infantil, pero crear un mood board o tablero de inspiración (aunque algunos lo llaman también “dream board”) te aporta concentración, dirección y propósitos. Seguro que no te importaría tener una mansión o un cochazo, pero intenta centrarte en cosas con significado real, como tu futura carrera laboral o tu familia. La clave es preguntarte qué te hace feliz.
Coloca ese tablero de sueños en un sitio en el que lo veas bien y, cada vez que te notes agobiado o distraído, obsérvalo durante unos momentos. Un tablero también funciona mejor cuando tus propósitos y objetivos tienen origen en la gratitud y, si se hace correctamente, te puede acercar un poco más a la persona que quieres ser y te recuerda las cosas que ya tienes y por las que debes sentir agradecimiento.