Hablamos mucho de las rutinas. Cómo empezar el día cargada de energía, dar la bienvenida al amanecer y establecer los objetivos para el resto del día. También enfatizamos mucho la importancia de finalizar el día de manera correcta y sacar partido a la rutina antes de irnos a la cama para dormir bien. Pero ¿qué pasa con las horas centrales del día? Cuando el nivel de energía cae en picado y todavía te quedan horas de trabajo por delante. No debemos subestimar el poder de una rutina a mitad del día. A continuación, te enseñamos a sacar todo el provecho a la pausa del mediodía para emplear bien la tarde y la noche. Presta atención, porque esto va a revolucionar tu semana de trabajo…
1. Date una vuelta
Ponernos a soñar despiertas no es raro en el rato previo al almuerzo. Para recuperar la concentración a tiempo para la tarde, es bueno alejarse físicamente de lo que estás haciendo. Alejarse de la pantalla y salir al exterior unos minutos fomentará tu productividad y ofrecerá al cerebro la oportunidad de relajarse y centrarse en algo más sencillo. El ejercicio también llevará más oxígeno a la sangre y mandará hormonas relacionadas con la productividad, como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, al cerebro. La primera nos pone de buen humor, mientras que la segunda aumenta nuestro nivel de atención y potencia nuestra capacidad de aprender.
2. Energía para el cerebro
A menudo comemos para obtener energía corporal, pero, si tu trabajo requiere mucha concentración, entonces tienes que alimentar bien el cerebro. Algunos alimentos maravillosos para el cerebro son el aguacate, las nueces, los arándanos, el apio y el chocolate negro. Prueba este bol de quinoa con nueces y aguacate que estimulan el cerebro. ¿Sabías que el chocolate negro ayuda a aumentar el flujo sanguíneo hacia el cerebro, para mejorar la memoria, la capacidad de atención y las habilidades para resolver problemas? Por si necesitábamos otra excusa para comer chocolate.
3. Refréscate
Beber agua evita que nos sintamos aletargadas y con sueño. Puedes descubrir todos los beneficios de beber agua aquí. Un estudio ha descubierto que la deshidratación leve afecta al estado de ánimo, hace que las tareas parezcan más difíciles y reduce la concentración. Para un extra de frescura, coge la bruma facial refrescante del frigorífico (guárdala en la puerta). Con solo unos toques de la bruma y unas cuantas respiraciones profundas te sentirás renovada en cuestión de segundos.
4. Respira
Existen muchas técnicas de respiración que te ayudarán a cargar las pilas y centrarte, pero una de nuestras favoritas es la respiración pránica. Prana significa "fuerza vital" y con esta forma de respirar lograrás ese subidón de energía que tanto necesitas a mediodía. En esta meditación guiada de respiración pránica, usamos prana para alimentar el cuerpo y el alma. Es una práctica muy sencilla que aumentará de manera natural tus niveles de energía.
5. Estírate
Pasar muchas horas en la silla puede pasar factura a tu espalda, a tu postura y a tu productividad. Dedica algunos momentos a estirar suavemente la parte baja de la espalda, el cuello y los tendones. Añade unos suaves giros de cuello y hombros y unos estiramientos a tus pausas en el trabajo y eleva los hombros hasta las orejas como si te estuvieras encogiendo de hombros para eliminar tensión. Tócate los dedos de los pies y alivia cualquier dolor en la zona lumbar colocando las palmas de las manos por encima de la cintura e inclinándote suavemente hacia atrás.
Para relajarte de verdad, prueba aquí nuestra secuencia de yoga para después de trabajar.
Incorpora estos sencillos hábitos a tu rutina diaria y te olvidarás de mirar el reloj y contar las horas que faltan hasta la hora de salir: la jornada laboral se te pasará volando entre tanta productividad y creatividad.