¿Qué pasa cuando el mayor impedimento para tener una vida satisfactoria no es el saldo del banco ni las frustraciones laborales, sino tú? Sarah-Jane Corfield-Smith explora cómo una serie de cambios pequeños pero significativos pueden modificar el rumbo de tu vida con una actitud más alegre
¿Cómo sería para ti una vida llena de alegría? Puede que incluya el trabajo de tus sueños (que te permita tomarte el día libre cuando te apetezca), irte de vacaciones a un lugar idílico, con aguas cristalinas e infinitos cócteles, o tener una casa llena de cachorritos que mágicamente limpien lo que ensucian. Y, a ser posible, quieres las tres cosas, ¿verdad?
Aunque a muchos nos guste fantasear con una vida así, sabemos que en realidad son solo sueños. Además, en vez de esforzarnos por tener una vida llena de alegría, acabamos por desechar la idea por parecernos poco realista, algo propio de los cuentos de hadas con final feliz asegurado.
El problema, aunque poca gente se haya dado cuenta, es que no definimos la “alegría” correctamente. “Mucha gente piensa que alcanzar la alegría es algo imposible,” explica el doctor Arghya Sarkhel, consultor psiquiatra. “El famoso psicólogo Robert Plutchik identificó la alegría como una de las ocho emociones básicas con las que nacemos y que tenemos programadas en el cerebro. Tenemos que entender que la alegría es algo que ya llevamos dentro, que no es inalcanzable. El factor clave de la alegría, en comparación con la felicidad, es una sensación de paz, satisfacción y dicha, pero es algo que tiene que salir de nuestro interior. La alegría no es algo que tenga que venir hacia nosotros, sino que nosotros tenemos que dirigirnos hacia ella”.
Darnos cuenta de que la alegría no radica en las cosas materiales, como tener el mejor coche o disfrutar de unas vacaciones dignas de Instagram, es clave para lograr un cambio. Al entender que la alegría es un estado mental que se alcanza cuando conectas contigo mismo y con la gente y el mundo que te rodea te sitúa en una posición de control. De repente, no parece una meta inalcanzable.
“La alegría está directamente relacionada con la finalidad,” afirmó Erica Lasan, estratega de la alegría y fundadora de JOYrney To Purpose, para MindBodyGreen. “La gente no se da cuenta. Creen que la alegría es una idea bonita o un estado de dicha que nunca alcanzarán. Pero en realidad es lo que pasa cuando te comprometes con cosas que están en sintonía con tu finalidad en la vida y con lo que te inspira de manera natural”.
Darte permiso a ti mismo para sentir alegría también es algo fundamental, porque podemos convertirnos en nuestro peor enemigo a causa de las críticas internas y de las dudas constantes. Pueden interponerse en tu camino hacia la alegría, a veces sin darte cuenta. Mucha gente piensa que no merece alcanzar la alegría”, explica la psicóloga Suzy Reading. “Nuestras mentes a veces se quedan tan atascadas en la lista de tareas pendientes o en todas las cosas que nos preocupan, que a veces malgastamos la alegría y nos regañamos por descuidar la productividad”. La buena noticia es que, con una serie de pequeños cambios en nuestra vida diaria y en nuestra manera de pensar, podemos convertir nuestra tendencia al autosabotaje en una capacidad para experimentar plenamente la alegría.
Cómo llevar una vida llena de alegría desde hoy
La alegría está a nuestro alcance, solo tenemos que dejar de ponernos piedras en el camino. Sigue estos consejos expertos para abrirle las puertas de par en par.
Abraza la gratitud
“Puede que vivas momentos breves de alegría que tienden a desaparecer enseguida y que eso te lleve a olvidarte de la gratitud. Pero practicarla de manera diaria te permitirá atraer la felicidad y la alegría”, explica Sarkhel. “Recomiendo siempre escribir las cosas por las que estamos agradecidos, en vez de limitarnos a repasarlas en la cabeza. No necesita ser algo largo ni complicado. Basta con una frase sobre lo que nos hace estar agradecidos ese día. Otro beneficio de ponerlo por escrito es que, los días que se te hagan más cuesta arriba, que son inevitables, podrás echar la vista atrás y encontrar la manera de sentir de nuevo ese agradecimiento”.
La alegría de las pequeñas cosas
“Cada día, dedica un momento a desarrollar tu capacidad para saborear el momento. Céntrate solo en lo que estás haciendo en vez de dejarte arrastrar por las distracciones, que son un gran impedimento a la hora de disfrutar la alegría”, afirma Reading. “Saborear el momento va un paso más allá respecto a darte cuenta de lo que te rodea. Además de observar lo que está sucediendo, centras toda tu atención en la alegría: disfrutas del sabor de tu taza de café por la mañana, de la sensación de abrazar a un ser querido o del gusto de acariciar a tu gato. Saboréalo sin preocuparte de su fin, porque la sensación volverá a aparecer. Mi mantra es saborear la alegría y hacer las paces con todo lo demás”.
Un diario de alegría
“El viernes o el lunes, siéntate con tu agenda de la semana o del mes que tienes por delante. Reflexiona sobre la manera en que te hacen sentir los días y las semanas”, recomienda la psicóloga Sarah Waite [link to: https://seing.co/]. Conecta con esas sensaciones y piensa en lo que podrías hacer para mejorarlas. Es la parte más logística de la alegría y no tiene por qué suponer grandes cambios. Si vas a estar solo durante mucho tiempo en los próximos días, queda con un amigo para hablar. Si se avecinan días estresantes, planifica algo que te relaje. Así, tendrás momentos de alegría repartidos por toda tu agenda”.
Trátate como harías con tu mejor amigo/a
“Puede sonar sencillo, pero para experimentar la alegría, tienes que darte permiso. Es importante recordarlo cuando aparezca ese crítico que todos llevamos dentro y nos diga que no nos merecemos estar contentos. En ese momento quiero que pienses en lo que deseas para tus familiares y amigos. Y luego tienes que desearte lo mismo para ti”, afirma Reading.
Despierta los sentidos
“Ponte como objetivo apreciar lo que pasa a tu alrededor y dentro de ti”, recomienda Reading. “Busca la alegría en los aromas, los sonidos, las imágenes y las sensaciones agradables, que están por todas partes durante esta época del año. Por ejemplo, a mí me gusta elegir qué me pongo según lo que me aporte alegría, ya sean texturas, colores o comodidad”.
Una tabla de autocuidados
“Crea una tabla y en el lateral escribe: “relajarse”, “activarse” y “reconectar”. En la parte inferior escribe: actividades, lugares y personas. El objetivo es tener una tabla con nueve cuadrados. En cada uno puedes escribir una actividad, un lugar o una persona a la que acudirías cuando te sientas decaído, cuando necesites relajarte frente al estrés y cuando necesites reconectar con la vida porque te sientas perdido. Se trata de una checklist para encontrar la alegría y que puedes usar siempre que lo necesites. No te olvides de actualizarla y añadir más cosas. Esas personas, lugares y actividades pueden cambiar según el momento de la vida en el que estés o incluso según la época del año”, comenta Waite.
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