Una mañana de sol te carga las pilas para el resto del día, pero una mañana de calor abrasador puede conseguir todo lo contrario. Por eso hemos recogido unos consejos prácticos y útiles que puedes incorporar a tu rutina para empezar bien el día. No son un menú fijo, sino más bien opciones de un bufé que puedes perfeccionar hasta encontrar tu rutina ideal para las mañanas. Levántate, pruébalos y disfruta del resto del día con energía y positividad.

Date una ducha helada

¿No estás convencida? Estos beneficios puede que te animen a probarlo…

Menos estrés. Darse duchas frías con regularidad impone una pequeña cantidad de estrés en el cuerpo, lo que conduce a un proceso llamado endurecimiento. Significa que el sistema nervioso se acostumbra gradualmente a manejar niveles moderados de estrés. El proceso de endurecimiento te ayudará a mantener la calma la próxima vez que te veas en una situación estresante.

Más fuerza de voluntad. Se necesita tener una mente fuerte para soportar el frío durante largos periodos de tiempo. Al incorporar las duchas frías a tu rutina diaria, estás aumentando tu fuerza de voluntad, lo que puede beneficiar muchos aspectos de tu vida diaria.

Mejor respuesta inmune. Los estudios científicos han establecido que darse una ducha fría aumenta la cantidad de glóbulos blancos en el cuerpo, que nos protegen contra enfermedades. ¡Una solución redonda!

Estarás más alerta. Las duchas frías despiertan el cuerpo y fomentan un mayor estado de alerta. El frío también te estimula a respirar más profundamente, disminuyendo el nivel de CO2 en todo el cuerpo, ayudándote a concentrarte. Las duchas frías te ayudan a mantener la concentración durante todo el día.

Quemas más calorías. Se ha demostrado que las duchas frías, además de aumentar directamente la tasa metabólica, estimulan la generación de grasa parda. La grasa parda es un tipo específico de tejido graso que genera energía quemando calorías.

Además, las duchas frías le dan a la piel y el cabello un brillo saludable. Empezar una rutina nueva siempre es emocionante, pero requiere práctica. Si tu cuerpo es un templo, tienes que escuchar lo que te dice. ¿Te animas a probar las duchas heladas? Para guiarte, hemos creado esta práctica meditación helada, adecuada para principiantes, intermedios y profesionales.

¿Quieres ir un paso más allá? Prueba nuestro gel de ducha de efecto frío The Ritual of Samurai, que te ofrece limpieza y relajación en épocas de calor. Con refrescante menta japonesa y extracto de bambú, crea una extraordinaria sensación sobre la piel y la deja totalmente revitalizada.

Un desayuno revitalizante

¿Necesitas un delicioso chute de energía que no te obligue a adelantar el despertador? Renaud Goigoux, chef de nuestro nuevo restaurante Rouhi en House of Rituals, lo ha conseguido con un pudin de chía revitalizante.

Receta para 2 personas

Tiempo de preparación: 30 minutos + reposo por la noche

INGREDIENTES DEL PUDIN

• 60 g de semillas de chía                                        
• 230 ml de leche de almendras sin azúcar          
• 1 cucharada de sirope de flor de saúco      

INGREDIENTES DE LA COMPOTA               

• 1 palo de ruibarbo         
• 80 g de azúcar  
• 100 g de agua                 
• 1 cucharada de sirope de flor de saúco  
• 100 g de fresas                         

CÓMO PREPARAR EL PUDIN

• Mezcla las semillas de chía, la leche y el sirope. Deja que repose durante la noche para obtener mejores resultados (o mételo en el frigorífico durante dos horas).

CÓMO PREPARAR LA COMPOTA

• Pela el ruibarbo y guarda la piel.
• Añade la piel de ruibarbo, el azúcar y el agua en una sartén y ponlo todo a hervir. Deja que se enfríe.
• Corta el ruibarbo en trozos de ½ cm.
• Quita la corona de las fresas y córtalas por la mitad.
• Cocina el ruibarbo en el almíbar unos 15 min (a mí me gustan tiernos y blandos).
• Cuando esté hirviendo, añade las fresas y el sirope de flor de saúco y deja enfriar de nuevo.

Coge tu cuenco favorito, echa el pudin y la compota y disfruta de un desayuno revitalizante.

Cepíllate los dientes de manera mindful

Si tenemos que hacerlo al menos dos veces al día de todos modos, ¿por qué no aprovechar ese momento para prestar atención a lo que estamos haciendo? Te notarás con más calma y felicidad. Durante el primer minuto, pregúntate: ¿Me estoy cepillando los dientes con prisa o me estoy centrando en hacerlo bien? A lo mejor tiendes a cepillarte los dientes de manera agresiva. En ese caso, ¿sabías que hacerlo con prisa puede influir sobre tu estado mental?

Cuando te cepillas con calma y prestando atención, también la mente lo notará. Un truco que puedes probar es preguntarte si estás aplicando la presión correcta y llegando a cada uno de los dientes. Si usas un cepillo manual, agárralo solo con el pulgar, el índice y el dedo corazón. Si usas uno eléctrico, el motor no puede sonar como el de un avión al despegar. De ser así, estás apretando demasiado. Ser consciente mientras te cepillas los dientes no solo es bueno para el cuidado bucal, también es una buena manera de realizar un ejercicio de mindfulness o meditación de 1 o 2 minutos por la mañana. También sirve para otras tareas matutinas como fregar los platos o hacer la cama.

Sube la persiana y da la bienvenida al día

Este truco puede ser el más fácil de incorporar a tu rutina por la mañana. Los primeros minutos del día son muy importantes: si tienes una mente tranquila, lo notarás durante todo el día. Si no te van las duchas heladas (o no te gustan las mañanas en general), puede que esto te ayude:

Prueba a simplemente estar presente. Acepta el momento. Respira hondo y sube la persiana. Puedes añadir un mantra, una afirmación o algo tan sencillo como: “Gracias por este nuevo día”.

Se ha demostrado científicamente que las afirmaciones funcionan, especialmente para los pensamientos orientados al futuro. Son frases o declaraciones positivas que se utilizan para desafiar pensamientos negativos o inútiles. Se ha demostrado que disminuyen el estrés malo para la salud y ayudan a ser más resistente a las dificultades cuando llegan. Presiones sociales, información sobre la salud que nos hace sentir incómodos, sensación de exclusión… Tener un concepto más amplio de uno mismo puede ser muy útil. Como las afirmaciones pueden producir resultados tan positivos, vale la pena probarlas. Practicar las afirmaciones positivas es extremadamente sencillo: todo lo que necesitas hacer es elegir una frase y repetirla. Sal de la cama, ponte frente al espejo, sonríe y repite tu afirmación favorita en voz alta. Puede parecer un poco extraño al principio decir lo increíble que eres pero, de verdad, disfrutarás de los beneficios.

Bébete un café

Este seguro que te sorprende y te encanta. El café es algo por lo que literalmente millones de personas se despiertan.

Si te encanta el café de la mañana, es mejor tomárselo a las 9:00 o esperar al menos una hora después de levantarse. ¿Por qué? Porque cuando nos despertamos, nuestros cuerpos producen un pico de cortisol. El cortisol, conocido como la “hormona del estrés”, juega un papel en nuestro ritmo circadiano, para mantenernos alerta durante todo el día. Si bebemos café inmediatamente después de despertarnos, la cafeína interferirá con nuestra producción de cortisol y nuestro cuerpo producirá menos hormona en el futuro. Eso es algo que debemos evitar a toda costa. Así que disfruta de tu taza de cafeína todas las mañanas, pero intenta prepararla después de la ducha fría, las afirmaciones o el desayuno revitalizante.

¿Y por qué no refrescarte con un café helado? Solo tienes que ponerle unos hielos. Consejo extra: coloca la taza en la nevera un par de minutos antes de sentarte a disfrutar del café, para que se enfríe.