Hoy nos adentramos en el fenómeno de la Serendipity, es decir, en encontrar algo positivo que no estabas buscando. A pesar de que normalmente se producen por casualidad, ¿es posible atraer la Serendipity a nuestra vida? En este artículo te enseñamos algunos trucos que puedes usar para soltar un poco las riendas y aceptar la belleza de las alegrías inesperadas.

El origen de las serendipias

El término «serendipia» lo acuñó el escritor y político inglés Horace Walpole en 1754 haciendo referencia a Serendip, un nombre antiguo para referirse a Sri Lanka. Walpole se inspiró en el cuento de «Los tres príncipes de Serendip», escrito a su vez por un autor italiano. En la historia, tres hermanos se topan con afortunadas coincidencias sin buscarlas, lo que inspiró a Walpole a crear una nueva palabra para describir ese fenómeno: Serendipity

¿Qué significa «Serendipity»?

Para ponértelo fácil hemos buscado qué significa en el diccionario Cambridge, que lo define como «la acción de permitir que se produzcan hallazgos fortuitos y aceptar que lo que se encuentra no es necesariamente lo que se estaba buscando». Esa definición está muy bien, pero, desafortunadamente, no nos dice cómo podemos disfrutar de más serendipias en nuestra vida. Puede parecer que eso sería justo lo contrario de lo que es una serendipia. Porque, si haces algo para que se manifieste, para controlarlo, ya no puedes decir que no lo estuvieras buscando.

Pero hay un matiz en esto. Podríamos decir que estamos rodeados de serendipias, solo que no las vemos. Si vamos más allá de lo evidente, el concepto nos anima a prestar más atención a lo que pasa a nuestro alrededor, a ser conscientes de todas las conexiones que establecemos y a reconocer todo lo que nos rodea en la vida. Prestar atención nos invita a observar, experimentar y descubrir cosas que de otro modo nos perderíamos. La serendipia puede aportar placer y felicidad a nuestra vida diaria. Además, el factor sorpresa que lleva asociado tiene la capacidad de encender nuestras mentes, animarnos a pensar, a profundizar más y a aprender. Por otro lado, siguiendo ese razonamiento también podemos ayudar a que se produzca una serendipia y disfrutarla de manera indefinida.

Presta atención

La clave está en reducir el ritmo, calmar la mente y prestar más atención. ¿Dar una mayor relevancia a las cosas pequeñas ayuda a que la suerte y la oportunidad llamen a nuestra puerta más a menudo? ¡Exacto! A veces estamos tan metidos en las tareas diarias que se nos olvida levantar la cabeza y ver lo que pasa a nuestro alrededor. Si piensas en el camino en metro de esta mañana, ¿podrías recordar cada minuto del viaje? Si has cogido el autobús, ¿te acuerdas de lo que llevaba puesto la persona sentada a tu lado? Estar en el momento presente y creer en la existencia de las serendipias te ayudará a reconocer detalles, momentos o circunstancias que podrían cambiarte la vida.

Una mente abierta

Reconocer un momento como potencialmente cargado de significado para ti, de manera personal, es lo que diferencia la serendipia de la suerte. La suerte es algo que nos pasa, la serendipia es cuando te das cuenta del potencial de algo. Tienes un papel activo a la hora de convertir algo fortuito en algo positivo para ti. Abre tu corazón para esperar lo inesperado y abre tu mente ante las infinitas posibilidades que te rodean.

No pierdas la curiosidad

La mayoría de los grandes inventos son fruto de serendipias. El pegamento de los Post-its se consideró un fracaso porque no pegaba lo suficiente. Los rayos X, la penicilina, las bolsitas de té o el microondas son todos descubrimientos accidentales. Son ejemplos de personas que se hicieron preguntas y tuvieron curiosidad por algo. En vez de descartar ese pegamento, alguien se preguntó si podría usarlo para pegar notas en un libro para no perderlas.