¿Alguna vez has trabajado tu felicidad? Ya sabemos que llevar una vida sana requiere comer bien y hacer ejercicio. Algunos meditamos, como una manera relajada de fortalecer la mente. Pero no podemos olvidarnos de ejercitar también el músculo de la felicidad. La felicidad impulsa de manera clave nuestro bienestar. Por eso es uno de los trece pilares de la filosofía de vivir con alma. El concepto de felicidad es algo por lo que muchos nos esforzamos, un destino del viaje de la vida. Una vez logremos el trabajo soñado, encontremos la pareja perfecta, completemos nuestra lista de deseos o alcancemos cualquier otra meta, solo entonces, seremos felices. Pero lo cierto es que cultivar un estado mental feliz cada día es una parte fundamental para nuestro bienestar. Nadie debería esperar para ser feliz: deberíamos ser capaces de encontrar la felicidad aquí y ahora.
Todas las pruebas disponibles, desde estudios científicos hasta tu experiencia personal, confirman que la felicidad influye sobre la salud de manera importante. Ser feliz tiene la capacidad de cambiar la vida en los momentos grandes y también en los pequeños. Veamos las múltiples razones por las que la felicidad es una parte fundamental de nuestro bienestar.
1. La felicidad es buena para el corazón
¿Alguna vez te has sentido tan feliz que notabas la alegría en el corazón? Los investigadores han establecido una correlación entre la sensación de felicidad y un ritmo cardiaco y una presión sanguínea más bajos. Igual que las emociones negativas como la depresión, el enfado y la hostilidad son factores de riesgo para las enfermedades cardiacas graves, la felicidad protege al corazón. Un estudio ha descubierto que la gente más feliz tiene un riesgo 22 % menor de sufrir una enfermedad cardiovascular.
2. La felicidad es buena para el sistema inmune
Dicen que “la risa es la mejor medicina” y parece que es verdad. Pero la ciencia sugiere ahora que la felicidad también fortalece el sistema inmune, y reduce el riesgo de caer enfermo. Un estudio ha descubierto que la gente expuesta al resfriado corriente tenía menos probabilidades de enfermar si eran más felices. El estudio también ha descubierto que cuando la gente feliz se resfría, tienen menos síntomas que el resto.
3. La felicidad acaba con el estrés
La felicidad puede disminuir los efectos adversos del estrés o al menos nos ayuda a recuperarnos más rápidamente. Las endorfinas que liberamos al reírnos con un ser querido también pueden reducir los niveles de la odiada hormona cortisol. Sentirse satisfecho o feliz con las elecciones tomadas, las relaciones o los logros aumentan los niveles de dopamina, oxitocina y serotonina. Estas tres también se conocen como hormonas de la felicidad, un grupo de sustancias neuroquímicas que ayudan a aumentar la sensación de bienestar.
4. La felicidad alivia el dolor
Cuando hablamos de dolor crónico en mujeres, la felicidad parece ser un antídoto muy eficaz. Este estudio demuestra que la felicidad mitiga el dolor en el contexto de la enfermedad. “Las mujeres con artritis y dolor crónico evaluaron semanalmente emociones positivas como interés, entusiasmo e inspiración durante unos tres meses. A lo largo del estudio, aquellas con calificaciones más altas en general fueron menos propensas a experimentar aumentos en el nivel de dolor", afirmó el autor del estudio. Algunos doctores incluso recomiendan terapia conductual en lugar de altas dosis de analgésicos para ayudar a las personas a lidiar con el dolor crónico, porque el buen humor se puede traducir en menos dolor.
5. La felicidad alarga la vida
La felicidad no solo alegra la vida y la satisfacción con nuestra existencia sino que también está vinculada con la longevidad. Estos investigadores han analizado el impacto de la felicidad en 32 000 personas y su tasa de supervivencia durante un período de 30 años. "Las personas felices viven más", indican claramente los investigadores: los que eran menos felices tenían un 14 por ciento más de posibilidades de morir en comparación con las personas más felices del estudio. Otro estudio de cinco años realizó un seguimiento del estado de ánimo de más de 3800 personas y descubrió que los que se sentían más felices, alegres y contentos en un día cualquiera tenían un 35 % menos de posibilidades de morir durante el estudio.
6. La gente feliz vive mejor
Ser feliz promueve multitud de hábitos de vida que son muy importantes para la salud en general. La gente feliz suele comer de manera más sana, con más consumo de fruta, verdura y grano integral. También son un tercio más propensos a tener vidas activas, con ejercicio regular, bueno para la densidad ósea, los niveles de energía y para tener una presión arterial más baja. Las investigaciones demuestran que la alegría nos hace más productivos y más simpáticos. La gente más feliz es más propensa a contribuir positivamente a la sociedad. Por ejemplo, son más propensas a hacer tareas de voluntariado y participar en actividades públicas.