Plantar, sembrar, podar: la jardinería nos permite conectar directamente con la naturaleza de manera consciente. Te enseñamos a disfrutarla, incluso si no tienes un jardín.
En un mundo tan acelerado y digital como el nuestro, es fácil olvidar los efectos terapéuticos de pasar tiempo en la naturaleza. Por suerte, cada vez más investigaciones y expertos nos recuerdan que hacer solo un poco de jardinería nos ofrece un montón de beneficios para nuestro bienestar y para el medioambiente.
BUENO PARA NUESTRO BIENESTAR
"Los estudios nos muestran que rodearse de naturaleza y vegetación mejora nuestra salud mental y bienestar” afirma Fiona Jenkins, experta en jardinería y paisajismo en MyJobQuote. “Como además la jardinería nos obliga a movernos, también mejora nuestra salud física. Así que nos ayuda a sentirnos mejor en todos los aspectos”.
La jardinería va más allá de cuidar de las plantas: nos anima a conectar con la naturaleza, respirar aire fresco y encontrar un poco de sosiego en el caos. Mike Laauwe, experimentado coach de vida y fundador de PositiveThinkingMind, explica que “no es ninguna coincidencia que el mindfulness y la jardinería vayan de la mano. La vegetación nos sumerge en los olores, sonidos y texturas de la vida, del momento presente. Cuando sincronizas tu respiración con las actividades de la jardinería, te sumerges en el instante presente tanto como cuidas de las plantas”.
CÓMO POTENCIAR AL MÁXIMO EL MINDFULNESS
¿Quieres potenciar al máximo las ventajas de la jardinería mindful? Olvídate del perfeccionismo y disfruta del proceso, como recomiendan los expertos.
“El mindfulness en el ámbito de la jardinería nos anima a sumergirnos con todos nuestros sentidos”, afirma Laauwe. “Toca la tierra, escucha el susurro de las hojas, mira cómo cambian los colores y la luz. Deja que los sentimientos positivos fluyan como el agua que nutre las semillas. Son buenos para el alma”.
Jenkins está de acuerdo también y añade: “La jardinería te aleja del teléfono, la televisión y las pantallas, para dejar a un lado la vida moderna y vivir en el presente. Aprecia lo que tienes delante, en vez de intentar lograr una estética concreta y dedica tiempo a observar hasta los detalles más pequeños de tus plantas.
BUENO PARA EL PLANETA
No solo nuestra salud mental y física se beneficia de la jardinería mindful, también es algo bueno para el medioambiente.
“Mejorar la cantidad de espacios verdes y zonas urbanas aporta hábitats y fuentes de alimentos para la fauna”, explica Jenkins. “Los árboles y las plantas también son capaces de absorber la contaminación incluido el dióxido de carbono y los COV y producen oxígeno, que ayuda a limpiar el aire. Las plantas y árboles con hojas también ayudan a reducir las temperaturas superficiales de entornos locales”.
¿Te animas ya a arremangarte y ponerte manos a la obra? Vamos a ver por dónde empezar.
GUÍA PARA PRINCIPIANTES DE LA JARDINERÍA
¿Qué necesitas?
Pese a que hay muchos productos de jardinería disponibles, Jenkins recomienda empezar con un kit básico. “Comprar las herramientas básicas necesarias te permitirá realizar las principales tareas de jardinería sin gastar mucho dinero”, explica. “Solo necesitas una pala, una horca y una regadera para poder plantar, quitar la maleza y regar. Si no te gusta ensuciarte demasiado, hazte también con unos buenos guantes de jardinería”.
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Qué plantar en los balcones y los alféizares
“Los balcones y los alféizares son perfectos para cultivar hierbas, como cebollino, romero y menta”, dice Jenkins. “No solo vienen bien para cocinar, también desprenden una fragancia muy agradable que repele a los insectos. Si tienes espacio para macetas más grandes, puedes incluso cultivar fresas y tomates. Las plantas coloridas de jardín, como la calibrachoa, las begonias y los geranios son estupendas para dar vida a los alféizares”.
Sigue leyendo sobre este tema:Cómo plantar hierbas en casa
Plantas de jardín para principiantes
Si eres nuevo en este mundo vegetal, Jenkins recomienda empezar con unas plantas resistentes, que requieran poco mantenimiento y que no necesiten unas condiciones demasiado específicas en la tierra.
“Los arbustos como berberis thunbergii o ‘Amanecer naranja’ y skimmia japonica ‘Rubella’ aportan mucho color sin necesitar demasiada poda. Las plantas perennes como la lavanda, las salvias y las equináceas aportan también color y vuelven año tras año. Las equináceas se pueden dividir cuando estén bien asentadas, para repartirlas por el jardín. El mantillo ayuda a mantener a ralla la maleza y a proteger las plantas”.
¿Quieres probar con un huerto? Los rábanos, las acelgas y las lechugas son una buena manera de empezar, según Jenkins. Usa contenedores y mesas para minimizar las plagas y la maleza.
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