¿Quieres cuidar más el planeta sin dejar de disfrutar de las cosas que te gustan? Hazlo de una manera más responsable con estos sencillos trucos.
Todos queremos ayudar a proteger el planeta, pero vivimos en un mundo diseñado para fomentar el consumo. Ya sea el atractivo de las cambiantes tendencias en moda o la comodidad de comprar online, resistir la tentación cuesta mucho. Llevar una vida neutral en carbono y con cero desperdicios es muy admirable pero, para la mayoría de nosotros, es imposible lograr un cambio tan drástico de la noche a la mañana. Lo que sí que podemos hacer es prestar más atención a las opciones que favorecemos cuando decidimos comprar algo. Te damos 13 consejos infalibles para que te sea más fácil.
1. Presta atención a tu huella de carbono
Muchas veces asociamos el término “huella de carbono” con algo que miden los países o las grandes empresas, pero no los individuos como nosotros. Pero una calculadora de carbono como esta puede darnos unas cuantas sorpresas. Si introduces datos como los vuelos que realizas, lo que sueles comprar en el supermercado o en las tiendas de ropa, te muestra tus emisiones de CO₂. Es una sencilla manera de visualizar el impacto medioambiental que tienen tus elecciones diarias. Si lo hacemos de manera frecuente (por ejemplo, una vez al mes), seremos capaces de hacer un seguimiento y establecer objetivos realistas para reducir nuestra huella.
2. Piensa a largo plazo
Cuando necesitas (o quieres) algo, pedirlo de manera rápida y barata es la opción más sencilla. Pero te animamos a pensar más allá de la gratificación inmediata. Piensa en lo que va a durar ese artículo que quieres comprar. Pregúntate: ¿Cuánto me va a durar? Gastar más en artículos resistentes y de calidad que duran más tiempo normalmente se traduce en no tener que reponerlos en poco tiempo y en ahorrar dinero y recursos a largo plazo. Consejo importante: apuesta siempre por artículos con garantía. No es solo una manera de proteger tu inversión, también suele indicar que el artículo está elaborado con materiales de alta calidad y los fabricantes confían en su resistencia.
3. Compra en comercios locales
No solo se trata de ayudar a pequeños comercios, comprar de forma local te asegura de que lo que compras no ha tenido que cruzarse medio mundo para llegar hasta ti. Cuanto menos tengan que desplazarse los productos, menos emisiones tendrán y más probable será que no necesiten demasiado empaquetado para protegerlos.
4. Comprueba la etiqueta energética
Algunos de los dispositivos más básicos de nuestros hogares pueden consumir grandes cantidades de energía. Cuando tengas que comprar electrodomésticos, luces o material electrónico, comprueba siempre la etiqueta donde se refleja su eficiencia energética. Es lo que te indica cuánto consume el producto. Elegir productos con eficiencia energética reducirá el consumo de energía de tu hogar, te ahorrará dinero y también evitará consumir recursos innecesarios con el tiempo.
5. Compra cosas que se puedan reparar
Antes de comprar algo, pregúntate si se podría reparar y, de no ser así, plantéate comprar una versión que sí que lo permita. Muchas marcas actualmente ofrecen opciones de recompra o reparación. Por ejemplo, Uniqlo ha presentado Uniqlo Studio, donde ofrecen una serie de reparaciones así como la posibilidad de entregar tus prendas para reciclarlas en otra cosa o bordarlas. La marca Patagonia también fomenta las reparaciones caseras y ofrece instrucciones detalladas sobre cómo arreglar artículos en su web. Aprender nociones básicas de costura o mantenimiento puede ayudarte a ampliar la vida de los productos que ya tienes.
6. Elige recoger tus productos en un punto de entrega
Aunque acercarte caminando o en bici a la tienda más cercana siempre es la mejor opción, a veces es imposible no comprar online. Sin embargo, un estudio ha determinado que el 53 % del coste que conlleva enviar algo se debe al último tramo del recorrido (hasta tu casa). Si compras online, busca negocios que ofrezcan puntos de entrega o taquillas para paquetería, en vez de pedir que te lo entreguen directamente en casa.
7. Alquilar, mejor que comprar
Aunque invertir en un abrigo de invierno de calidad que dure muchos años es una idea estupenda, algunos productos directamente no merecen ninguna inversión. Hablamos de cosas como el traje para una boda o esa herramienta tan específica que necesitas para tu proyecto de carpintería en casa. Si solo lo vas a usar una o dos veces, ¿te has planteado alquilarlo o pedirlo prestado? Los servicios de alquiler de ropa como Rent the Runway o My Wardrobe HQ prestan prendas a cambio por una fracción del coste medioambiental que conlleva comprar un artículo nuevo. Las apps como Streetbank o Peerby también ofrecen una plataforma en la que los vecinos pueden compartir artículos del hogar (y mucho más).
8. Investiga un poco la empresa
Antes de comprar una marca, haz un poco de trabajo de detective. ¿Son transparentes en lo que respecta a su cadena de suministro? ¿Se comprometen con las prácticas más sostenibles? Presta atención a si tienen certificaciones como Fair Trade o B CorpTM. Las marcas que comparten información sobre el origen de sus materiales, la mano de obra y su impacto medioambiental suelen tener un compromiso más fuerte con la sostenibilidad.
9. Los materiales sí que importan
Antes de comprar, averigua de qué está hecho lo que quieres adquirir. Las fibras naturales, como el algodón orgánico, el cáñamo y el lino, o materiales como el poliéster reciclado y el plástico reutilizado normalmente tienen un impacto medioambiental inferior que los materiales sintéticos y no biodegradables. Evita los tejidos como el nailon y el acrílico, que derivan del petróleo y pueden empeorar la contaminación con microplásticos.
10. Compra productos de segunda mano
Antes de comprar algo nuevo, plantéate la posibilidad de comprarlo de segunda mano. Desde muebles hasta calzado, muchas plataformas como eBay y ThredUp ahora también tienen opciones de búsqueda con imágenes para encontrar fácilmente lo que buscas. Solo tienes que hacer una foto o una captura de pantalla de lo que quieres y te mostrarán las alternativas de segunda mano.
11. Alternativas digitales
Por mucho que nos guste pasar las páginas de un libro o entrar en una tienda de vinilos, las alternativas digitales ahorran muchos materiales. Los audiolibros son una manera estupenda de acompañarte de literatura vayas donde vayas y apps como Readly ofrecen versiones digitales de todas las revistas y periódicos actuales.
12. Apuesta por productos versátiles
Antes de comprar algo, piensa en sus posibles usos. Si necesitas un protector solar y una hidratante, ¿por qué no buscar un producto que combine ambos? Piensa también en el embalaje… Busca productos que puedan recargarse o que puedan reutilizarse después de su uso inicial.
13. Opta por envases mínimos
Según un estudio de WRAP el 40 % de los desechos plásticos de Europa tienen su origen en el empaquetado de los alimentos. Otro estudio ha determinado que los envases de plástico ni siquiera sirven para alargar la vida útil de los productos. De hecho, muchas veces te incita a comprar más de lo que necesitas, lo que puede llevarte a tirar comida. Llevar tus propias bolsas a la frutería o comprar en sitios como Zero Waste Bulk Food (que usa un empaquetado reutilizable) son muy buenas alternativas. Cuando no hablamos de alimentos, elige marcas que usen materiales reciclados o compostables en sus envases o, aún mejor, empresas que ya han elegido soluciones de empaquetado con cero desperdicios.
¿La idea fundamental? Piensa antes de comprar. Con solo investigar un poco, puedes establecer nuevos hábitos de consumo que serán más positivos a largo plazo.