Desde tener un cerebro más sano hasta nutrir la piel y fortalecer las conexiones sociales, estos trucos te ayudarán a envejecer con energía, propósito y vitalidad.

¿Qué significa “envejecer bien”? La respuesta dependerá de cada persona. Pero lo que tenemos claro es que envejecer bien no consiste en intentar detener el tiempo. Se trata de un viaje de conocimiento personal en el que aceptamos cada etapa de la vida con elecciones que nos permitan cuidar el cuerpo y la mente. 

Una parte fundamental de este viaje es descubrir hábitos sencillos y rutinas diarias que nos ayuden a sentirnos bien. Son acciones pequeñas, como mantenerse activos de una manera que nos aporte alegría, nutrir y proteger la piel para que esté sana o mantener un buen nivel de actividad mental, que tendrán un efecto acumulativo y a largo plazo. 

La buena noticia es que estas acciones diarias no requieren rutinas caras ni métodos complejos. A veces son sencillos cambios que, con el tiempo, nos ayudan a cuidar la mente y el cuerpo de manera muy potente. 

¿Te animas a tomar mejores decisiones pensando en tu futuro? Esta guía ofrece 10 consejos muy fáciles de poner en práctica a diario, con técnicas que mejorarán tu bienestar a corto plazo y te prepararán para envejecer con energía, propósito y vitalidad. 

1. CUIDA TUS RELACIONES SOCIALES

Ya se trate de pasar tiempo con amigos, familiares o simplemente saludar a esa persona con la que te cruzas en el supermercado, mantener las relaciones sociales nos ofrece muchas ventajas mentales y emocionales. Por si fuera poco, los estudios indican que la alegría de tener unos fuertes lazos afectivos a nivel social también puede incluso mejorar nuestra salud física y tener un impacto positivo en nuestra esperanza de vida. Tan solo una simple llamada para ponerse al día o una quedada semanal son suficientes para aumentar la sensación de tener un propósito en la vida y mejorar también el sistema inmune. ¿Necesitas ayuda para tener conversaciones que creen vínculos más profundos? Echa un vistazo a esta guía sobre cómo hacer preguntas con más significado. 

2. RÍE MÁS PARA VIVIR MÁS

La risa es una potente medicina para el cuerpo y la mente. Libera endorfinas, las hormonas de la felicidad, que nos hacen sentir bien. Los estudios señalan que, además de reducir el estrés al instante, reír con frecuencia también puede mejorar la función inmunológica, reducir el dolor, favorecer la salud cardíaca y potenciar la autoestima a largo plazo. Una película graciosa, una broma, un recuerdo feliz… La risa puede surgir de muchas maneras, pero siempre nos ayudará a sentirnos con más vitalidad, sea cual sea nuestra edad.  

3. DISFRUTA DE UN MINIMASAJE FACIAL

Un masaje facial tiene beneficios más allá del cuidado del rostro; también es una rutina relajante que alivia la tensión y mejora la circulación. Es una herramienta muy útil para lograr una piel radiante al instante, además de ayudarnos a envejecer bien. Con una piedra Gua Sha o simplemente con las manos, aplica un poco de aceite facial para facilitar los movimientos y luego masajea suavemente las mejillas, la mandíbula y la frente durante unos minutos cada día, para llenarte de una sensación de relax y frescor. Esta rápida rutina facial mejora el estado del cutis, reduce la hinchazón y ayuda a aliviar el estrés.

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4. ESCUCHA TU MÚSICA FAVORITA PARA MIMAR TU CEREBRO

La música ayuda a mejorar el estado de ánimo y a no perder capacidades mentales. ¿Sabías que, además, escuchar tus canciones favoritas podría ayudarte a envejecer bien? Diversos estudios de la Johns Hopkins Medicine revelan que la música puede mejorar las funciones cognitivas y de memoria al activar distintas zonas del cerebro. Las investigaciones señalan que escuchar música puede ayudar a mantener un cerebro sano, al reducir la ansiedad, la presión arterial y el dolor, además de mejorar la calidad del sueño, el estado de ánimo y la lucidez mental. Escuchar música, cantar o aprender una nueva canción te ayudarán a entrenar el cerebro de manera divertida. 

5. DA PRORIDAD A UN SUEÑO DE CALIDAD

Todo el mundo sabe que dormir bien es fundamental para el bienestar diario, pero, además, ayuda a envejecer con salud. Varios estudios indican que, a medida que envejecemos, la calidad del sueño es un indicativo clave de si lo estamos haciendo bien y podría tener un impacto directo en nuestras capacidades a medida que cumplimos años. Un estudio de 2023 también reveló que dormir mal puede estar vinculado con un mayor riesgo de sufrir enfermedades. No debería sorprendernos, ya que dormir profundamente es lo que permite al cuerpo recuperarse, mejora el sistema inmune, reduce el estrés y fomenta la reparación de la piel. Intenta dormir entre siete y nueve horas cada noche, con una rutina relajante antes de acostarte que incluya estiramientos suaves o un baño para prepararte para tener un sueño reparador.

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6. APUESTA POR UN MOVIMIENTO MINDFUL

El ejercicio suave y frecuente, como el yoga, los estiramientos y caminar ayudan a que las articulaciones, los músculos y el tejido fascial no pierdan flexibilidad, y además reducen el estrés. Varios estudios también han señalado que el entrenamiento de fuerza o resistencia también tiene grandes beneficios al ir cumpliendo años, para mejorar nuestra densidad ósea y la salud de los ligamentos, tener cuerpos resistentes y evitar las enfermedades crónicas. ¿No sabes cómo moverte de manera mindful? Visita nuestra biblioteca de entrenamientos.

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7. LLÉNATE DE NUTRIENTES CON ALIMENTOS ANTIOXIDANTES

Comer bien es fundamental para tener buena salud. Pero comer prestando especial atención a los antioxidantes puede además ayudar a combatir los efectos del estrés oxidativo, que tanto contribuye a la mala salud con el paso de tiempo. Los alimentos ricos en vitaminas C, E y betacarotenos te ayudarán a fomentar la reparación celular, reducir la inflamación e incluso lograr una piel radiante. Añadir frutos rojos, verduras de hoja verde y frutos secos a tu dieta cada día también ayudará a proteger las células del daño por estrés oxidativo. Por suerte, tenemos cientos de recetas ricas en antioxidantes listas para que las pruebes.

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8. BAILA PARA REBOSAR DE ALEGRÍA Y ENERGÍA

Bailar no solo es un ejercicio estupendo, sino que también es una manera perfecta de mejorar nuestro estado de ánimo, potenciar la función cerebral y tener mejor equilibrio. Por si fuera poco, también podría ayudarte a mantenerte feliz y saludable durante más tiempo. En un estudio de 2003, los investigadores del Albert Einstein College of Medicine estudiaron los efectos que las actividades de ocio tienen en las personas mayores con riesgo de demencia. Lo que descubrieron es que bailar podría reducir el peligro de sufrir un deterioro cognitivo y resulta aún más útil si lo combinas con un entorno de interacción social. Ya sabes, sube la música y practica tus mejores pasos.  

9. PROTEGE LA PIEL CON UN PROTECTOR SOLAR A DIARIO

Mantener una piel sana pese al paso del tiempo puede ser algo tan sencillo como ponerse protección solar todos los días. Y cuanto antes empieces a hacerlo, mejor. Los expertos afirman que la exposición a los dañinos rayos UV es un factor clave en el envejecimiento prematuro de la piel. Con solo añadir un producto de cuidado solar con SPF 30 o superior a la rutina diaria ayudarás a proteger la piel del daño solar y mejorarás la barrera natural de la piel y su luminosidad. Es la excusa perfecta para probar la crema solar SPF 50+ The Ritual of Karma.

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10. RESPIRA HONDO PARA RELAJARTE Y VER LAS COSAS CON CLARIDAD

Respirar profundamente es una herramienta sencilla, pero muy potente, a la hora de gestionar el estrés y mantener la mente despejada. Respirar hondo durante unos minutos cada día puede activar la respuesta corporal de relajación, reducir el nivel de cortisol y ayudarte a concentrarte. En un artículo de investigación de 2018 titulado How Breath-Control Can Change Your Life (Cómo la respiración controlada puede cambiarte la vida), los científicos descubrieron que respirar de manera lenta y controlada puede mejorar el bienestar general al ayudar a la mente y el cuerpo a relajarse, potenciando así una sensación de calma y concentración.

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